Así lo confirmó Abdelkhalek en declaraciones al diario español La Vanguardia, donde afirmó que España "nunca le entregaría por causas políticas" así que Egipto está buscando "otra forma" para hacerle regresar.
En un documento remitido a las autoridades españolas, la Fiscalía egipcia acusa a este empresario del mundo de la construcción de un fraude que asciende a un total de 7,6 millones de euros (139 millones de libras egipcias).
Abdelkhalek está siendo investigado en tres causas por la venta fraudulenta de inmuebles y una por lavado de dinero, delitos que fueron supuestamente cometidos entre los años 2006 y 2018, según publica La Vanguardia.
Estas revelaciones del constructor, que se dedicaba a fabricar edificios de lujo para el ejército y otros dirigentes, fueron el detonante de una inusual serie de protestas contra el Gobierno de al Sisi, que lidera el país desde 2013.
Conocido como Mohamed Ali en las redes sociales, Abdelkhalek vive en Barcelona desde 2018, cuando dejó de trabajar para el Ejército egipcio y compró una propiedad en la costa catalana para conseguir la residencia en España.
El empresario declaró recientemente por videoconferencia ante la Audiencia Nacional, que le comunicó la petición de extradición, aunque no decretó medidas cautelares como la retirada del pasaporte.
Al negarse a ser entregado, la decisión será de la Sala de lo Penal de la Audiencia, aunque la última palabra sobre su extradición la tendría el Consejo de Ministros del Gobierno de España.
