"Se destacó la importancia de la reunión ampliada de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana celebrada el 26 de junio en formato de videoconferencia (...) como resultado de la cual se elaboró un formato de cooperación trilateral para la aprobación final de un acuerdo generalmente aceptable sobre la Gran Presa del Renacimiento", comunicó la Cancillería rusa.
Lavrov recordó que Rusia aboga por resolver todas las disputas a través del diálogo "teniendo en cuenta los intereses de cada una de las partes y con estricta observancia del derecho internacional".
El 27 de junio el portavoz de la presidencia egipcia Bassam Radi, declaró que Etiopía, Egipto y Sudán, durante las negociaciones en las que participaron también representantes de la Unión Africana, acordaron crear un comité técnico para elaborar un documento final sobre la presa etíope.
La noche del 19 de junio Egipto solicitó oficialmente al Consejo de Seguridad de la ONU que interviniera en las negociaciones sobre la presa etíope en el Nilo Azul para evitar que Adís Abeba tomara medidas unilaterales.
El Cairo señaló que tomó esta decisión debido al estancamiento de las negociaciones por el enfoque "no positivo" de Etiopía y su falta de "voluntad política".
Etiopía está realizando desde 2012 en el Nilo Azul el ambicioso proyecto de construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope, cuya puesta en funcionamiento, según expertos, provocaría escasez de agua en Sudán y Egipto, situados río abajo.
De acuerdo con varios medios locales, la construcción de la presa, llamada a ser "el mayor proyecto hidroenergético de África", ya se ha cumplido en más del 74% y debe finalizar en 2023.
El jefe de la diplomacia etíope, Gedu Andargachew, anunció en marzo pasado que el llenado del embalse de la presa empezaría en julio de 2020, que hacia finales de julio el embalse tendría 4.900 millones de metros cúbicos de agua y que la generación de energía eléctrica empezaría en febrero o marzo de 2021.