"Llamamos a las fuerzas político-militares de Libia a sentarse a la mesa de negociaciones y tomar medidas para establecer un proceso político inclusivo con el objetivo final de superar la división del país y formar instituciones estatales unificadas y efectivas", dijo Zajárova a la prensa.
La diplomática destacó la necesidad de establecer un régimen de alto al fuego como primer paso hacía la solución política de la crisis en el país.
Desde finales de marzo de 2016 en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez Sarraj.
No obstante, este Ejecutivo no cuenta con el apoyo de la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), que proclamó su propio Gobierno, apoyado por el Ejército Nacional Libio al mando del mariscal Jalifa Haftar.
A principios de abril pasado, Libia entró en una nueva espiral de violencia después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
Las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional respondieron con la operación Volcán de Ira dirigida contra las tropas de Haftar.