"Acordamos que el Consejo Soberano asumirá las funciones de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas", dijo Haj.
Además, el órgano provisional decretará el nombramiento del titular del poder judicial, los jueces y la composición del Consejo Judicial Supremo, declarará el estado de emergencia o el estado de guerra en el país, si el Gobierno y el Parlamento le dan el visto bueno, controlará las zonas de conflicto, recibirá las cartas credenciales de los embajadores y decretará el nombramiento del fiscal general, añadió el portavoz.
Sin embargo, indicó que no se logró llegar a un acuerdo sobre la composición del Consejo Soberano provisional.
"Las negociaciones con el Consejo Militar no están suspendidas, sino terminadas", dijo Haj.
El portavoz de la alianza opositora explicó que el Consejo Militar insiste en que el futuro Consejo Soberano esté encabezado por un militar y que la mayoría de sus miembros también lo sean.
"Rechazamos la propuesta porque el pueblo no acepta que el jefe del Consejo sea un representante militar, tampoco lo aceptan la sociedad civil en Sudán, la comunidad internacional y la Unión Africana", comentó.
Además, el deber del Ejército es defender el país y no gobernarlo, insistió Al Haj, así que a los militares se les propuso un número limitado de escaños y aquellos que los ocupen se encargarán solo de cuestiones de su competencia, es decir, la defensa y el ejército.
El 11 de abril en Sudán se produjo un golpe militar en medio de las protestas populares, que no cesaban desde hacía cuatro meses.
El presidente Omar Bashir, quien había gobernado Sudán durante tres décadas, fue desplazado del poder y trasladado a una cárcel.
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El Ejército formó un consejo militar transitorio que asumió el poder y prometió traspasarlo en dos años a las nuevas autoridades elegidas.
El 15 de mayo, representantes de la oposición y del Consejo Militar de Transición celebraron negociaciones y acordaron que el período transitorio en el país se extendería por tres años.
