"Este es un momento muy crítico e inestable para Sudán y hay una profunda incertidumbre e inquietud acerca del futuro", declaró Bachelet. "Estamos siguiendo de cerca los acontecimientos y pedimos a las autoridades que se abstengan de utilizar la fuerza contra manifestantes pacíficos y garanticen que las fuerzas de seguridad y las autoridades judiciales actúen en total conformidad con el imperio de la ley y las obligaciones internacionales de Sudán en materia de derechos humanos", añadió.
Para Bachelet, "la crisis en Sudán tiene sus raíces en las reivindicaciones de derechos humanos: económicos, sociales, civiles y políticos", por lo que "la solución también debe basarse en los derechos humanos".
El ministro sudanés de Defensa, Awad Mohamed Ahmed Ibn Auf, anunció este 11 de abril la detención del presidente Omar Bashir, quien había permanecido en el cargo durante 30 años, la formación de un consejo militar que gobernará el país en los próximos dos años, la suspensión de la Constitución de 2005 y la imposición del estado de emergencia por tres meses.
Además: Opositor: Bashir y su partido han muerto para la vida política de Sudán
La composición del nuevo gobierno no se ha dado a conocer hasta el momento.
Las protestas en Sudán comenzaron en diciembre pasado, después de que el Gobierno decidiera aumentar los precios de los productos básicos, y se saldaron con decenas de muertos y centenares de heridos desde entonces.
El Comité Médico Central de Sudán, citado por Radio Dabanga, informó de al menos 13 civiles muertos este 11 de abril y centenares de heridos en varias zonas del país como resultado de la represión por parte de las fuerzas de seguridad sudanesas y los grupos paramilitares.
