"Nosotros, igual que Egipto, estamos a favor de que los propios libios definan su destino, que entablen un diálogo inclusivo sin ninguna fecha artificial que intenten imponerles desde extranjero, y sin que alguien les meta prisa contra su voluntad", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su par egipcio, Sameh Shukri.
Según Lavrov, Moscú mantiene contactos con todas las fuerzas políticas libias y les envía las mismas señales.
"Estamos preocupados que unidades armadas en ciertas partes de Libia ya hayan anunciado que usarían aviones de combate contra el Ejército Nacional de Libia, y aquellos que influyen en estas unidades deben llamar a los libios a que cesen cualquier ofensiva y se sienten en la mesa de negociaciones", apostilló Lavrov.
Por su parte, el viceministro ruso de Exteriores, Mijaíl Bogdanov, declaró en una conversación telefónica con el comandante del Ejército Nacional de Libia, Jalifa Haftar, que Rusia aboga por medidas políticas para resolver la situación en Libia.
"Rusia reiteró que [mantiene] una posición de principios a favor de los métodos políticos para resolver todas las cuestiones controvertidas en la sociedad libia, así como a favor de las medidas de mediación por parte de la ONU y su enviado especial para Libia, Ghassan Salamé", dice el comunicado emitido por la Cancillería rusa.
Además, Bogdanov destacó la necesidad de "consolidar esfuerzos en la lucha contra el terrorismo y la ideología extremista".
En opinión del comandante del Ejército Nacional Libio, los terroristas "amenazan la estabilidad de la sociedad libia y obstaculizan la implementación de los acuerdos para entablar un proceso político inclusivo y estable [entre las partes del conflicto en este país africano], así como un diálogo de consenso para formar una administración pública unida y eficaz".
En respuesta, el Gobierno de Unidad Nacional que controla Trípoli declaró el estado de alerta y movilizó sus fuerzas.
El 5 de abril, el ejército de Haftar avanzó desde varias direcciones hacia la capital y, según una fuente cercana al mando militar, tomó bajo su control varias zonas al sur de la ciudad.
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Libia está sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa.
La ONU propuso celebrar en el primer semestre de 2019 elecciones generales en Libia con el fin de que en el país se formen organismos de poder legítimos y reconocidos por todos.
Además, en marzo la ONU convocó una conferencia de reconciliación nacional, que debe celebrarse del 14 al 16 de abril en la ciudad de Gadamés.
