En enero pasado la organización comunicó que tenía información de que 890 personas fueron asesinadas entre el 16 y el 18 de diciembre en la localidad de Yumbi y las aldeas de Bongende, Nkolo II y Camp Nbanzi.
"El equipo de investigación pudo confirmar que al menos 535 hombres, mujeres y menores fueron asesinados, y 111 otras personas resultaron heridas en la localidad de Yumbi y en las aldeas de Bongende y Nkolo II", dice el comunicado del Acnudh, publicado este 12 de marzo.
La nota indica que "casi 1.000 edificios, en su mayoría viviendas, así como varias iglesias, colegios y centros de salud, fueron destruidos o saqueados".
"Es probable que el número de víctimas sea mayor, pues se considera que algunos cadáveres fueron arrojados en el río Congo. Tampoco fue posible confirmar el número de desaparecidos, pues se estima que 19.000 personas fueron desplazadas por la violencia, 16.000 de las cuales cruzaron el río Congo para llegar a la República de Congo", señala.
La investigación concluyó que los ataques, que se produjeron por una disputa entre dos comunidades en torno al entierro de un jefe tribal, se caracterizan por "patrones sorprendentemente similares", violencia y rapidez.
"Las similitudes en la manera en la que los ataques fueron perpetrados apuntan a una consideración y organización previas", dice la investigación, que no descarta que algunos de los delitos documentados en Yumbi pueden calificarse de "crímenes de lesa humanidad, torturas, violación y otras formas de agresión sexual".
El informe también advierte de riesgo de que se reanuden los enfrentamientos.