El 13 de julio se informó que tres coches de un tren de pasajeros que se dirigía de El Cairo hacia el sur del país, se salieron de la vía cerca de la estación de Al Badrasheen.
En un principio, se informó de 34 heridos.
Según el periódico Al Ahram, la policía de Egipto detuvo al conductor del tren descarrillado, y al jefe del tramo ferroviario donde tuvo lugar el accidente.
Además, un grupo de investigación de la Fiscalía de Guiza prevé tomar declaraciones a los 61 heridos para averiguar las causas de lo ocurrido.
El primer ministro de Egipto, Mostafá Madbouly, aseguró que los culpables serán llevados ante la justicia.
"La investigación permitirá establecer todas las circunstancias del accidente, tras lo cual se tomarán las medidas más firmes", dijo.