Horas antes, el Ejército de Zimbabwe puso bajo arresto domiciliario al presidente Robert Mugabe, de 93 años, y tomó el control de la capital, Harare.
Los militares insisten en que su operación no es un golpe de Estado y va dirigida contra los "criminales" del entorno de Mugabe, quien dirige Zimbabue desde hace 37 años.
"La UA reclama un restablecimiento inmediato del orden constitucional y llama a todas las partes a mostrar responsabilidad y moderación para asegurar el respeto de las vidas humanas, de las libertades fundamentales y de la integridad de Zimbabue", dice el comunicado, citado por el portal guineano Aminata.com.
A principios de noviembre el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, despidió a su vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, posible sucesor del jefe de Estado y apoyado por los militares.
El 13 de noviembre el jefe del Estado Mayor del Ejército, Constantine Chiwenga, llamó al presidente a que cesara las purgas en el partido gobernante, del cual Mnangagwa había sido expulsado poco antes.
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