"Durante nuestro trabajo en Libia observamos que es un lugar de ilegalidad, detenciones arbitrarias y violencia extrema (…), no somos nosotros los que actuamos de manera ilegal, sino es el Gobierno libio, que amenaza a nuestros empleados y obstaculiza las actividades legales de rescate en aguas internacionales", dijo el presidente de la organización, Volker Westerbarkey, en una entrevista concedida al diario Welt.
La semana pasada, la Armada de Libia ordenó a los buques extranjeros abandonar la zona costera de búsqueda y rescate al explicar la medida por los recelos de que las organizaciones benéficas ayuden a los traficantes.
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El 12 de agosto transcendió que Médicos Sin Fronteras declaró haber retirado uno de sus buques de salvamento por acciones amenazadoras de la guardia costera libia y obstáculos de las autoridades italianas.
El domingo otra ONG, la alemana Sea Eye anunció haber suspendido el rescate de migrantes en el Mediterráneo por motivos de seguridad.
