El personal del organismo internacional retenido eran miembros de los cuerpos de paz que estaban desplegados en la zona y que habían sido retenidos por refugiados de Sudán del Sur.
"El campo de refugiados está tranquilo y bajo control de MONUSCO —la misión de paz—", afirmó Ismini Palla, portavoz de los cascos azules de la ONU.
"Todos los empleados han vuelto sanos y salvos a sus casas. No se ha informado de bajas y la misión [de la ONU] está investigando el incidente", declaró.