"Durante cierto período los observadores detectaron una disminución de esos agentes, que corresponde a su evaporación o a pérdidas relacionadas con desperfectos en los contenedores de almacenamiento", advirtió el interlocutor de la agencia.
Por su parte, la fuente en la OPAQ subrayó que Libia no ha denunciado la desaparición de ningún tipo de sustancias químicas para el programa de armas, pero sí la pérdida de ciertos residuos de precursores en los depósitos que actualmente se eliminan.
Según el portavoz del organismo internacional, las pérdidas se deben a ciertas características de las propias sustancias químicas.
Libia firmó la Convención sobre las Armas Químicas en 2004, y desde entonces ha destruido los elementos más peligrosos de sus armas químicas y los obuses de artillería cargados con gas mostaza.
El país se comprometió a destruir los materiales químicos menos tóxicos que también se pueden usar para la producción de armas para diciembre de 2016, aunque posteriormente se anunció que esa meta fue lograda antes del plazo.