Los atacantes controlaron la base hasta la llegada de unidades adicionales del Ejército.
Según las fuentes, los combates se saldaron con seis soldados y diez terroristas muertos.
Sin embargo, Al Shabab asegura que logró abatir al menos a 15 militares.
En el territorio de Somalia opera el grupo Al Shabab, que mantiene vínculos estrechos con la red terrorista internacional Al Qaeda y libra una lucha armada contra el Gobierno central, obstaculizando la actividad humanitaria de la ONU en el país.
El único poder legítimo reconocido por la comunidad internacional es el Gobierno federal que controla solo algunos barrios de la capital, Mogadiscio.
El resto del territorio somalí está bajo el control de estructuras administrativas no reconocidas internacionalmente o que son entidades autónomas.
La parte sur y noroeste del país están controladas por clanes locales y movimientos radicales islamistas.