"Los niños entre 5 y 16 años trabajaban en condiciones extremas, que amenazaban seriamente su salud", dice un comunicado en la página web de la organización.
Cerca de 200 agentes de fuerzas de seguridad participaron en la operación de rescate que se llevó a cabo entre el 1 y el 6 de junio en la región de San Pedro, en el suroeste del país.
Tras ser liberados, los niños, originarios de Burkina Faso, Guinea y Mali, así como del norte de Costa de Marfil, fueron interrogados por los investigadores, en particular contaron que se vieron obligados a trabajar regularmente en campos y no recibieron salarios ni educación.
La operación de rescate, realizada con la asistencia de la Organización Internacional para las Migraciones, fue la primera operación conjunta después de que las dos organizaciones firmasen en 2014 un acuerdo sobre el desarrollo de su cooperación en la lucha contra el tráfico humano y tráfico ilegal de migrantes.
