Testigos citados por Reuters informan que los cascos azules utilizaron gas lacrimógeno y cartuchos para proteger la base de la muchedumbre, lo que provocó un muerto.
El representante de la ONU, Olivier Salgado, no confirmó el uso de armas de fuego por los pacificadores.
Desde principios del año actual las bases de las Naciones Unidas en Malí sufrieron dos ataques, durante los cuales un pacificador murió y otros seis resultaron heridos.
La ONU desplegó el año pasado en territorio maliense un contingente de cascos azules, la Misión Integrada de la ONU para la Estabilización en Malí (MINUSMA), para hacer frente a los extremistas islámicos y separatistas que actúan en el país africano.
Inicialmente, el control de las operaciones militares estuvo a cargo de 4.000 efectivos franceses y 6.000 soldados de los países miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS). Más tarde, 6.000 efectivos de la misión africana en Malí (MISMA) se incorporaron a la MINUSMA.
La situación en Malí se agravó tras el derrocamiento de Muamar Gadafi en Libia.
Varios grupos extremistas, así como tribus tuareg que habían gozado del amparo de Gadafi, tras su muerte abandonaron Libia y proclamaron el Estado de Azawad en el norte de Malí, desatando una guerra separatista.