Biden pide más presupuesto para la defensa y la disuasión nuclear de EEUU

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, solicitó 7,266 billones de dólares para financiar el presupuesto del año fiscal 2025, informó este 11 de marzo la Casa Blanca.

El presupuesto incluye 849.800 millones de dólares para el presupuesto de defensa nacional, un alza de 34.000 millones de dólares respecto a 2023.

Uno de los aspectos más sobresalientes es que la Administración Biden solicitó 49.200 millones de dólares para la modernización nuclear en el año fiscal 2025, la cual incluye submarinos de clase Columbia, la producción de los bombarderos B-21 más nuevos, así como la modernización de los bombarderos antiguos.

Asimismo, la Casa Blanca pidió al Congreso 28.400 millones para la defensa antimisiles y 9.800 millones para misiles hipersónicos y subsónicos de largo alcance. Además, para los sistemas espaciales se solicitaron 33.700 millones de dólares, que incluyen 4.700 millones para el desarrollo de arquitecturas resistentes de alerta y seguimiento de misiles.

Del espectro total del presupuesto estadounidense en materia de defensa, la solicitud incluye a grandes rasgos 167.500 millones de dólares para adquisición de armamento, 143.200 millones para investigación y desarrollo, 339.600 millones para operaciones y mantenimiento, 181.000 millones para personal militar, 17.500 millones para construcción militar y 45.500 millones para otros programas. También fueron contemplados 17.200 millones de dólares para ciencia y tecnología, 1.800 millones para inteligencia artificial y 1.400 millones para mando y control combinados de todos los dominios.

También fueron contemplados más de 4,3 billones de dólares para una variedad de programas, incluidos el Seguro Social, Medicaid y Medicare, y 965.000 millones de dólares para pagar los intereses de la deuda nacional.

¿Y qué pasa con Ucrania y Taiwán?

La solicitud presupuestaria del presidente Biden para el año fiscal 2025 incluye 482 millones de dólares en fondos para apoyar a Ucrania, de acuerdo con el Departamento de Estado del país norteamericano.

"Los 482 millones de dólares solicitados para Ucrania, junto con la Solicitud Suplementaria de Seguridad Nacional, ayudarán a la recuperación económica de Ucrania, reforzarán la resiliencia y la capacidad de Ucrania para defenderse (...) y garantizarán el progreso hacia las reformas necesarias. Para la adhesión de Ucrania a la Unión Europea", se lee en un comunicado del Departamento de Estado.

Dicho monto no incluye los 61.000 millones de dólares destinados a Kiev en un proyecto de ley de financiación suplementaria de 95.000 millones de dólares, que la mayoría republicana bloquea en la Cámara de Representantes, pues demanda acciones más rigurosas para frenar la migración irregular en la frontera sur en lugar de respaldar a ese país de Europa del Este.

El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, dijo a finales de febrero pasado que su nación esperaba recibir este año de Washington unos 11.800 millones de dólares.

Biden también solicitó 4.000 millones de dólares para la disuasión en el Indo-Pacífico, lo cual incluye unos 100 millones de dólares para asistencia militar a Taiwán, según la solicitud de la Casa Blanca.

"El presupuesto proporciona más de 4.000 millones de dólares para lograr un Indo-Pacífico más libre, abierto, seguro y conectado que refuerce las alianzas y asociaciones de Estados Unidos, casi 600 millones de dólares más que en 2023. Esto incluye 2.100 millones de dólares en asistencia exterior bilateral y regional, incluidos 100 millones de dólares para una solicitud independiente de asistencia militar de Taiwán y 20 millones de dólares para el Marco Económico del Indo-Pacífico", indica el documento.

Taiwán es una fuente de tensiones entre Washington y Pekín, agravadas desde que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, visitó la isla en agosto de 2022, pese a las protestas de China.

Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de China y Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago. Las relaciones se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.

La política fundamental de China respecto a Taiwán es la reunificación pacífica bajo el principio de "un país, dos sistemas".

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