¿Por qué Otis causó tanta destrucción durante su paso por el sur de México? | Video

En tan solo 12 horas, Otis pasó de ser una tormenta tropical a ser un huracán categoría 5 que arrasó con lo que encontró a su paso, dejando al famoso puerto de Acapulco, en Guerrero, con pérdidas humanas y de infraestructura. Sputnik consultó a un experto en meteorología para explicar por qué este fenómeno se intensificó tanto en tan poco tiempo.

Conforme pasa el tiempo se reciben más imágenes y reportes del estatus en Acapulco, uno de los principales atractivos turísticos de México, un puerto que, de ser famoso por sus espectaculares atardeceres y su vida nocturna, ahora es el lugar más dañado del país latinoamericano por el huracán Otis.

El Gobierno de México ha dicho que en el estado de Guerrero al menos 27 personas fallecieron y cuatro más están desaparecidas como consecuencia del huracán. A esto se suman las pérdidas económicas debido a los derrumbes de casas, hoteles, restaurantes y plazas.

Según cálculos de la firma de análisis de riesgo Enki Research, las pérdidas monetarias tras el paso de Otis podrían ascender a 15.000 millones de dólares, cifra equivalente a lo que la compañía Tesla invertirá en la instalación de su planta en el norte de México, de acuerdo con datos de las autoridades locales.

Realicé un sobrevuelo por las distintas zonas afectadas por el huracán #Otis, principalmente donde es difícil el acceso.

El daño que pudimos observar es devastador, hay mucho trabajo por hacer y por ello he instruido redoblar esfuerzos a cada integrante de mi gabinete estatal.… pic.twitter.com/C9rtLVYHsv

— Evelyn Salgado Pineda (@EvelynSalgadoP) October 27, 2023

¿Por qué Otis se fortaleció tan rápido?

Otis fue identificado desde hace más de una semana y se emitió una alerta a las autoridades locales sobre la posibilidad de que este huracán se fortaleciera, dice en entrevista con Sputnik el exsubsecretario de Protección Civil de Guerrero, Roel Ayala Mata, quien ahora es meteorólogo del Centro Universitario México, desde donde salió la advertencia.

"A Otis lo identificamos la semana antepasada [del 9 al 15 de octubre], cuando era un sistema de baja presión que se formó al sur de las costas de Nicaragua. Mencionamos que se iba a desplazar sobre aguas cálidas con un valor de 29 grados Celsius, en especial, en el área del Golfo de Tehuantepec", explica.

"También mencionamos que, frente a los costas del estado de Guerrero, había una laguna de agua cálida, hablando oceanográficamente así se denomina, con un valor de grados celsius que era una condición importante, y potencialmente hablando, para dar paso a la intensificación de cualquier ciclón tropical", abunda.

Ayala Mata agrega que fueron las condiciones de temperatura y de circulación atmosférica las que fortalecieron a Otis, un fenómeno que no tenía ningún otro camino para continuar su paso más que Guerrero.

"Los sistemas de alta presión (...), además de la zona intertropical de convergencia, impiden que se desplacen hacia otro lado, el único camino que tiene es hacia el estado de Guerrero (...) De tal manera que Otis, cuando empezó a desplazarse, nuevamente paralelo al litoral, identificamos que iba a tener esta condición porque, además, su velocidad de desplazamiento era muy lenta y tenía todo el tiempo para ir absorbiendo el calor, la energía del océano e irse intensificando", señala.

Primero fue una depresión tropical, la número 18; posteriormente, la categoría de tormenta tropical, cuando se le asignó el nombre de Otis. Luego, alcanzó categoría de huracán y fue justamente cuando ingresó a la zona de agua cálida de 30 grados "a una velocidad muy lenta", lo que permitió que rápidamente se intensificara de categoría 1 hasta la 5.

Otis, explica el meteorólogo, estuvo rodeado de aire fresco y seco, motivo por el cual fue más pequeño, pero más intenso, además de que las autoridades "solamente se prepararon para la precipitación para la lluvia. Lamentablemente, en estas condiciones el factor que más se pone de manifiesto es el viento y, en menor proporción, la lluvia".

"En la zona Diamante [la más exclusiva y famosa de Acapulco] se presentaron tantos daños porque no hay obstáculos de inmediato en tierra, de tal manera que el flujo del viento entró de lleno y en una condición laminar", explica el científico.

"En el caso de la zona de anfiteatro de Acapulco, el viento, además de entrar en forma horizontal, encontró el macizo montañoso y edificios, lo que provocó que el viento tuviese diferentes direcciones y, además, se volviese turbulento: por eso que causó la mayor cantidad de daños en esa zona", abunda.

Asimismo, el experto advierte que ningún modelo numérico de trayectoria fue acertado y ningún punto de posible impacto fue favorable, por lo que hizo un llamado a invertir más en la formación de meteorólogos.

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