El conflicto en Ucrania está gestando un nuevo orden mundial donde el sur global es el ganador

El conflicto en Ucrania está revelando un nuevo orden mundial en el que países como China y la India, miembros poderosos del llamado sur global, son los ganadores, afirma la directora del Instituto Italiano de Asuntos Internacionales y columnista del diario británico 'The Guardian' Nathalie Tocci.

En un artículo de opinión, la internacionalista aseguró que la división geopolítica por el conflicto en Ucrania volvió a surgir de forma evidente en la Cumbre del G20, celebrada en la India a principios de septiembre.

"Fue una sorpresa desagradable para muchos en Europa y América del Norte que tantos países —muchos más de los aproximadamente 30 que se abstuvieron en las votaciones de la ONU que condenaron a Rusia (...)— se negaron a aceptar sanciones (...) Cuarenta países sancionan a Rusia, pero dos tercios de la población mundial viven en países que no lo hacen", aseveró.

Y este rechazo de las políticas unilaterales que implementa Occidente, dice, están relacionadas con la ira y el resentimiento global en contra de Estados Unidos y Europa, debido a siglos de colonialismo y prácticas neocoloniales, así como al doble rasero que los países occidentales tan a menudo han mostrado hacia las violaciones de los derechos y las leyes en diferentes partes del mundo.

En ese sentido, para la columnista si ahora Occidente se interesa más en el sur global se debe a que importa más en las relaciones internacionales.

"El término 'sur global' está apareciendo repentinamente en casi todas las reuniones en Occidente. Pero también se utiliza cada vez más en el sur", precisa.

Y agrega que, en términos generales, esa región geopolítica incluye a los llamados países en desarrollo y muchas naciones anteriormente colonizadas, así como potencias económicas como China y la India, actores de influencia media, como Turquía, Brasil y Arabia Saudí, y a países pobres que luchan por hacer oír su voz.

"El grupo es tan heterogéneo que surge la pregunta de si tiene sentido considerarlo como tal. Sin embargo, estos países comparten la sensación de que sus voces independientes deben ser escuchadas en lugar de estar moldeadas o determinadas por Occidente", apunta la experta.

De tal forma que, para ser escuchados, estos países están construyendo y ampliando organizaciones como los BRICS (enlace estratégico protagonizado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), que recientemente sumaron a Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Asimismo, los países del sur global están adoptando posiciones más fuertes y buscan ser vistos como constructores de paz en el panorama internacional. Por ejemplo, los líderes africanos, incluidos los de Sudáfrica, Egipto, Senegal, el Congo, Zambia y Uganda, viajaron a Kiev y Moscú para negociar condiciones de paz y continuar las exportaciones de cereales.

Ahora bien, citando al académico indio Amitav Acharya, quien distingue entre el "sur poderoso" y "sur pobre", la analista asegura que la cuestión crucial es cómo garantizar que este último también tenga voz. Y reitera que las naciones del sur poderoso "se están forjando un papel en el mundo a través de la diplomacia, las relaciones transaccionales y el 'alineamiento múltiple' en diferentes organizaciones".

En ese sentido, la India forma parte de los BRICS pero también del foro conocido como Quad (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral), en alianza con Estados Unidos, Japón y Australia.

Además, el Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que Asia está preparada para impulsar el 70% del crecimiento global este año, y que la India y China por sí solas cubrirán alrededor de la mitad de ese total, precisa.

Al mismo tiempo, los países del sur global cada día representan un papel más crucial en la descarbonización de la economía global, gracias a sus recursos naturales críticos. "Europa importa gran parte de su litio y cobalto de Chile y la República Democrática del Congo, respectivamente, mientras que China tiene casi el monopolio de la extracción, procesamiento y producción de muchos más minerales críticos", señala.

En conclusión, la experta considera que el despertar del norte global ante el poder geopolítico del hemisferio sur no es un momento pasajero. Antes bien, el conflicto en Ucrania ha hecho posible que ciertos "resentimientos fosilizados" salgan a flote. Algo que no necesariamente conducirá a mejores relaciones en el futuro, pero sí más honestas.

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