"Brasil y Guyana impulsan la enorme explosión de producción de petróleo en América Latina"

El efecto de las sanciones de EEUU a la industria petrolera de Venezuela, junto con la crisis de las reservas de petróleo de México, provocaron el declive de este sector crucial para la economía de Suramérica. Gracias a los nuevos hallazgos de petróleo en Brasil y Guyana, la región podría volver a ser una potencia mundial de hidrocarburos.

La petrolera nacional brasileña Petrobras hizo el primer descubrimiento de petróleo del presal en aguas profundas de la cuenca de Santos en 2006, y el primer crudo se extrajo apenas dos años después.

En estos inmensos yacimientos se siguen produciendo importantes descubrimientos de categoría mundial, que dan a Brasil 14.900 millones de barriles de reservas probadas, según el organismo regulador, la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles.

Con ello, Brasil es el segundo país de América Latina con mayores reservas de este hidrocarburo, después de Venezuela, ocupa el puesto 16 a escala mundial, y hay signos claros de que las reservas y la producción de hidrocarburos de Brasil seguirán creciendo, opina el columnista del portal Oilprice.com Matthew Smith.

El gigante suramericano plantea desarrollar las cuencas existentes y elevar la producción a 5,4 millones de barriles diarios para 2029. Si se alcanza este ambicioso objetivo, Brasil se convertirá en el cuarto productor mundial de petróleo. En mayo de 2023, el país bombeó una media de 3,2 millones de barriles diarios, un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.

El autor destaca que se necesita una inversión considerable en el desarrollo de las cuencas de hidrocarburos marinas y Petrobras, dentro de su plan estratégico 2023-2027, destinó 64.000 millones de dólares al desarrollo de activos de exploración y producción, de los que el 67% se invertirán en operaciones del presal.

Para 2027, Petrobras prevé extraer 2,5 millones de barriles de petróleo al día y otros 600.000 barriles de gas natural, con lo que la empresa bombeará 3,1 millones de barriles equivalentes de petróleo al día, de los que el 78% procederán de yacimientos de ese tipo.

Con respecto a la vecina Guyana, este país se abre paso después de que la empresa estadounidense ExxonMobil descubriera petróleo en las aguas territoriales de la antigua colonia británica en 2015.

Más de 35 hallazgos dotaron a este empobrecido país de unos 800.000 habitantes de más de 11.000 millones de barriles de petróleo. El acelerado desarrollo del bloque Stabroek, un yacimiento petrolífero offshore de 27 millones de hectáreas, por parte del ExxonMobil, permite a Guyana extraer unos 400.000 barriles diarios.

Georgetown tiene previsto subastar 14 bloques durante 2023, aunque por tercera vez se ha retrasado hasta mediados de agosto de 2023 para que el Gobierno pueda ultimar los cambios en el marco regulador.

Esas reformas incluyen la introducción de un nuevo Acuerdo de Producción Compartida (APC), que aumenta los cánones del 2% al 10%, reduce el tope de recuperación de costes del 75% al 65% e introduce un impuesto de sociedades del 10%. Aunque estas condiciones son menos ventajosas que las obtenidas por ExxonMobil para el bloque Stabroek, siguen siendo competitivas en comparación con otros países de la región.

De esta manera, en opinión del analista, hay indicios de que el sector de los hidrocarburos de América Latina se expandirá significativamente durante la próxima década a pesar del mayor riesgo geopolítico, la transición hacia una energía renovable y el inminente pico de demanda de petróleo.

"Tanto Brasil como Guyana están impulsando la enorme explosión de producción de petróleo que se espera en la región", agrega el columnista. Estos dos Estados por sí solos aumentarán la producción de petróleo en América Latina y el Caribe hasta tres millones de barriles diarios. De este modo, para los productores de petróleo de la región comienza una carrera contrarreloj para explotar su riqueza en hidrocarburos, concluye Matthew Smith.

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