Petro y el desafío de recuperar al Ave Fénix del Acuerdo de Paz

BOGOTÁ (Sputnik) — El histórico Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Estado de Colombia y las ahora extintas guerrillas de las FARC ha ido perdiendo prestigio conforme el paso de los años, debido en parte a los problemas en su implementación. Revivir la fe en lo pactado será uno de los principales retos del próximo presidente, Gustavo Petro.

Será clave para su administración —la primera de izquierda en la historia colombiana— "retomar la confianza de la ciudadanía en las posibilidades de implementar un acuerdo que garantice una paz completa porque, luego de estos cuatro años de poca implementación, casi nula, se ha generado un desangre y mayor violencia", dijo a Sputnik el director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), Leonardo González.

Para el experto, "la base de un acuerdo de paz es el compromiso de un gobierno, pero especialmente la confianza de la ciudadanía".

El pacto entre el Estado, entonces presidido por Juan Manuel Santos (Premio Nobel de la Paz), y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) significó el comienzo del fin de un conflicto interno de 50 años, y fue reconocido como un hito a nivel mundial.

Después del Gobierno de Santos (2014-2018), la administración actual de Iván Duque, intentó, aunque en menor medida, dar continuidad a lo acordado, pero por fallas administrativas y legislativas, la implementación no tuvo los frutos esperados, según denuncian excombatientes firmantes, expertos y el propio Petro, quien asumirá este 7 de agosto como nuevo jefe de Estado.

Violencia

González dijo a Sputnik que Petro deberá reforzar la seguridad para los excombatientes firmantes porque, según cifras de Indepaz, 333 han sido asesinados desde 2016 y al menos 80 en lo que va de este año.

"Lo primero que hay que hacer es garantizar el retorno de muchos de los firmantes desplazados de las zonas veredales [espacios para la desmovilización y reincorporación civil de exguerrilleros] a las ciudades, en donde no han podido desarrollar los proyectos productivos, y cumplirles lo pactado en la participación real y reinserción. Hay que garantizarles seguridad física y en el territorio", sostuvo.

Entre tanto, la politóloga Geraldine Bustos, de la Universidad local de La Sabana, dijo a Sputnik que otro desafío será acelerar el trámite y aprobación de los proyectos de ley de paz en el Congreso.

"Uno de los desafíos del presidente y el Congreso es retomar una agenda de paz similar a los términos que había en 2016 y empezar la implementación. Es un tema importante ver cómo logran movilizar esa agenda, y una de las ventajas es que el nuevo Gobierno tiene mayorías en el Congreso", comentó.

Para Bustos, Petro tendrá que fortalecer los mecanismos de conversación con los firmantes del acuerdo y buscar un equilibrio entre lo firmado y su propuesta de reiniciar conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y otros grupos armados, para no seguir afectando la reputación de lo dispuesto.

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