No solo neón: estas son las otras cartas ganadoras de Rusia contra la industria de los chips

Uno de los primeros productos cuya exportación a Rusia fue prohibida tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania fueron los microprocesadores y otros elementos asociados. Sin embargo, Rusia tiene todas las posibilidades de imponer sanciones de respuesta que podrían paralizar toda esta industria a nivel mundial.

Ya hemos discutido la importancia del neón en la producción de microprocesadores y el enorme peso que tiene el país euroasiático en los suministros mundiales de este gas inerte. Sin embargo, este no es el único as en la manga que tendrá Moscú en caso de querer pasar de sancionada a sancionadora.

Hay más materias primas que en su mayoría provienen de Rusia y cuya ausencia en los mercados podría llevar a un incremento sustancial de los precios o incluso a la paralización de la industria.

Obleas de zafiro: solo en Rusia

Las obleas de zafiro son unas placas delgadas hechas de piedra artificial y son esenciales en la producción de microprocesadores. De hecho, Oleg Izumrudov, jefe del Consorcio de Desarrolladores Rusos de Sistemas de Almacenamiento de Datos (RosSHD), indica que estas placas se usan para elaborar todos los procesadores del mundo, incluidos los de AMD e Intel.

El experto destaca que el 80% de las obleas de zafiro se produce en Rusia y que será prácticamente imposible encontrar a un suministrador alternativo, pues existen limitaciones insuperables para la mayoría de los países del mundo a la hora de fabricarlas.

Una de estas limitaciones es que las instalaciones tienen que alcanzar el llamado "régimen de depuración especial" que requiere una operación incesante de unos 30 años consecutivos cumpliendo todos los requisitos del complejo proceso tecnológico.

Izumrudov agrega también que estas fábricas se pueden desarrollar solo en regiones con actividad sísmica nula, pues un terremoto de magnitud 1 o 2 hace que sea necesario reiniciar de cero todo el proceso de producción. La sensibilidad a las vibraciones puede ser tal que, según los investigadores en el tema, puede bastar con un portazo en las instalaciones durante el crecimiento del cristal de zafiro para que este quede dañado.

Por lo tanto, se excluyen por completo países como EEUU, China, Japón, Corea del Sur o Taiwán para reemplazar a Rusia en el suministro de las obleas de zafiro.

De momento, el Ministerio de Industria ruso ha descartado que se corte por completo el suministro de las obleas de zafiro, pero al mismo tiempo se ha reservado el derecho a hacerlo. Si bien es posible que los fabricantes de los microprocesadores logren encontrar una fuente alternativa a Rusia, es igual de cierto que tardarían mucho tiempo en hacerlo.

Hexafluorobutadieno o C4F6

La producción y el suministro de este gas también están dominados por Rusia a escala global y, al igual que en el caso del gas neón y las obleas de zafiros, es imprescindible en la fabricación de microprocesadores y otros productos asociados.

Inicialmente, este gas se usaba para producir flash drives, pero hoy en día se ha convertido en una materia prima que necesita todo el que fabrique productos tecnológicos o químicos.

A fecha de hoy, Rusia es la fuente de aproximadamente el 45% de hexafluorobutadieno a nivel mundial, y es la mayor exportadora de este gas a EEUU. La situación se exacerba también por el hecho de que el otro gran jugador en este mercado era Ucrania.

Paladio

Este metal es también crítico para la producción de semiconductores, sensores y memoria MRAM. Rusia es la fuente de aproximadamente el 43% de paladio, seguida por Sudáfrica que produce en torno al 30%. Según destaca el portal estadounidense Techcet, el 35% del paladio importado a EEUU proviene precisamente del país euroasiático.

Con ello, cabe destacar que el paladio se emplea no solo en la industria de productos tecnológicos, sino también en la automotriz. Para ser más precisos, se usa en los catalizadores de los autos.

Por si fuera poco, Rusia representa el 100% del suministro mundial de algunos elementos de tierras raras utilizados en la producción de microprocesadores, afirma Izumrudov.

Según él, los componentes rusos para la fabricación de semiconductores serían casi imposibles de reemplazar.

"Hablar de sanciones contra la microelectrónica rusa es imposible sin hablar de microelectrónica global… No será posible reemplazar [a Rusia] abruptamente con un recurso de ubicaciones alternativas de producción de sustrato, y no hay forma de reemplazar las tierras raras de Rusia", afirma Izumrudov.

Rusia sigue fiel a la convicción de que el aislamiento de algunos jugadores en los mercados mundiales es contraproducente y no le hace ningún bien a nadie. Sin embargo, entre el neón, las obleas de zafiro, el hexafluorobutadieno y el paladio queda muy claro que en caso de imponer contrasanciones, Moscú podría poner de rodillas a los mayores fabricantes de semiconductores y microprocesadores.