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Creyó que era un robo, pero fue un halcón: la fauna silvestre de la Ciudad de México

© Foto : Twitter / @Alcaldia_CoyHalcón o aguililla de Harris, un ave muy común en la Ciudad de México
Halcón o aguililla de Harris, un ave muy común en la Ciudad de México - Sputnik Mundo, 1920, 19.06.2022
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Las aguilillas o halcones de Harris forman parte de la vida diaria de la Ciudad de México, donde es común verlos sobrevolar la metrópoli: son la fauna endémica de la Ciudad de México. Sin embargo, algunos incidentes extraños se han reportado en los últimos días...
Era una tarde como cualquier otra para Nelly Ávila. Su perrito Candy esperaba ansioso su paseo vespertino. Le puso la correa y salieron juntos a las arboladas calles de su barrio, ubicado al sur de la capital más grande de América Latina.
A la mitad del paseo, Nelly sintió un fuerte golpe en la cabeza. Primero creyó que había sido un balonazo, pero no había nadie jugando fútbol. Entonces creyó que alguien la había golpeado para asaltarla. Tampoco. Las únicas personas que estaban cerca eran dos jóvenes sentados en una banca, quienes le gritaron: "¡Fue el águila!".
En medio de su confusión y el nerviosismo de su perro, no entendía. ¿Un águila? ¿En la Ciudad de México? Entonces volteó hacia la copa de los árboles. Y allí estaba. Era un ave de gran tamaño. O al menos así se veía para cualquier habitante promedio de la capital mexicana, donde es más común ver palomas o pájaros de diminuto tamaño. "Me empezó a hacer sonidos y ahí se quedó, viéndome", recuerda Nelly en entrevista con Sputnik.
Lo que vio esta mujer no fue un águila real, sino un halcón de Harris. O aguililla, como le llaman muchos. Un águila real seguramente le hubiera causado mayor daño: son animales capaces de levantar becerros o zorros. Pero el ave que la atacó no es tan grande; este tipo de rapaces pesan un kilogramo o hasta menos, pero eso sí, sus garras son filosas. Con ellas cazan pequeños roedores, lagartijas o serpientes, aunque estas últimas no son comunes en las zonas urbanas.

"Estos animales integran la fauna que, desde siempre, ha existido en el Valle de México. Sin embargo, una de las razones por las cuales de cierta manera han estado buscando nuevas presas es porque las presas tradicionales están disminuyendo, como algunos roedores o conejos", asegura Henrry Carmona Torres, experto en fauna silvestre de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esto no quiere decir que los halcones de Harris busquen comer mascotas ni mucho menos humanos, simplemente están confundidos con sus objetivos de caza. Algunos vecinos de la colonia Educación, Centinela o Avante, al sur de la Ciudad de México, han reportado que algunos "pájaros de gran tamaño" han atacado a sus mascotas. Incluso una vecina, de nombre Silvia Márquez, asegura que, una noche, su perro Chihuahua fue agredido por una de estas aves.
"[Los halcones] los ven del tamaño de una presa potencial y es cuando se desencadenan las situaciones que se han reportado", comenta Carmona.
En grupos de Facebook, los vecinos de estos barrios han reportado algunos incidentes con, que van desde ligeros golpes hasta el caso de una mujer que subió fotografías de su cabeza arañada por las garras de este animal rapaz.
"Llamar a protección animal, no se trata de lastimar al ave, pero si se esta comportando agresiva no hay que esperarse a que lastime a un bebé o un niño pequeño y le cause daños fuertes, si ya lleva varios ataques entonces no es inofensiva…. Les guste o no tiene que intervenir control animal", escribió Esmeralda Gómez en el grupo Colonia Educación-Centinela-Avante y alrededores. Coyoacán Mexico CDMX, compuesto por más de 20.000 miembros.
Las águilas y aguilillas han habitado el Valle de México desde tiempos prehispánicos. El escudo de la bandera mexicana, cuyo símbolo es un águila posada sobre un nopal y una serpiente, demuestra claramente el tipo de fauna silvestre que existía en la Gran Tenochtitlán, el imperio que fue masacrado por los españoles en el siglo XVI.

"Estas aves son muy comunes en la Ciudad de México, sólo que a veces nos olvidamos de voltear al cielo o a los árboles. De hecho, los ataques [de los halcones de Harris] a personas o mascotas son rarísimos, ya que no forman parte de su dieta. En el caso del halcón que atacó a la señora [Nelly], constatamos que se trató de una cría que apenas está aprendiendo a cazar", explica David Olivos, divulgador de fauna silvestre y experto en cetrería.

Esenciales para el ecosistema

Los especialistas consultados por Sputnik coinciden en que estas aves rapaces son fundamentales para el equilibrio del Valle de México, sobre todo porque son, de forma natural, controladores de plagas como las palomas y algunos roedores.
Además, muchas son utilizadas en la cetrería, que es la actividad de cazar con aves entrenadas, ya sea de forma deportiva o para tener mayor control de plagas. Ejemplo de ello es el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde halcones de Harris y halcones peregrinos se encargan de ahuyentar a las palomas, que suelen ser dañinas para la visión de los pilotos o para las turbinas de los aviones.
Las aves son tratadas por expertos en fauna silvestre y cetrería. Antes de su jornada laboral, duermen en un hangar del aeropuerto, donde tienen una dieta óptima para realizar sus actividades.

"Con el apoyo de cuatro perros de acoso, siete aguilillas de Harris y dos halcones entrenados, este importante grupo de trabajo garantiza la seguridad de pasajeros, aeronaves e instalaciones aeroportuarias", señala el AICM en un comunicado.

"Las garzas, aguilillas, aguilillas cola roja y zanates, además de los perros, representan el mayor riesgo para las operaciones aéreas. Es por ello que el equipo de Control de Fauna trabaja sin descanso a pesar de la actual pandemia ocasionada por el COVID-19", añade.
Incluso el Sistema de Transporte Colectivo Metro (SCT) de la Ciudad de México utiliza halcones para controlar la sobrepoblación de palomas y otras aves pequeñas, cuyos excrementos corroen cables, rieles, vagones y provocan descargas eléctricas que podrían poner en riesgo a las más de 837 millones de personas que se mueven cada año en estos trenes.
Los desechos fecales de las palomas también obstruyen los desagües de las techumbres y generan corrosión de las instalaciones.
"Las palomas se meten a equipo de alta tensión y a veces provocan un corto circuito. Son áreas donde no se pueden colocar barreras físicas y por eso se optó por la cetrería", dijo el experto en cetrería, César Caro, en una entrevista con la cadena británica BBC.
En junio de 2017, se volvió viral la imagen de un aguililla posada sobre la placa de la estación Nopalera. La imagen fue simbólica porque aludió al gran mito fundacional del Imperio Azteca, que se edificó a partir de una señal: un águila posada sobre un nopal en el Lago de Texcoco.
Incluso el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que se trataba de "una señal sagrada", por si alguien dudaba que esta era la tierra heredada por los antiguos mexicas.
Las aguilillas, halcones de Harris o halcones cola roja pueden encontrarse en prácticamente cualquier parte de la capital mexicana, aunque abundan más en regiones con mucha vegetación y árboles de gran altura, como Milpa Alta, Chapultepec, Tláhuac, Xochimilco, Aragón, Bosque de Tlalpan, Ajusco, San Ángel o Ciudad Universitaria, el campus principal de la UNAM.

"En México tenemos alrededor de 40 especies de aves rapaces, de las cuales 19 son las que pueden vivir en la Ciudad de México, aunque algunas de ellas son migratorias. Lo lamentable es que, como animales silvestres, sus poblaciones se están viendo disminuidas y entonces ellos en realidad están más amenazados que los animales domésticos. Debemos tener cierta conciencia con respecto a esto", afirma Henry Carmona.

© Foto : Cortesía de la Alcaldía CoyoacánUn aguililla que quedó atrapada en las rejas de la Secretaría de Marina, al sur de la Ciudad de México.
Un aguililla que quedó atrapada en las rejas de la Secretaría de Marina, al sur de la Ciudad de México.  - Sputnik Mundo, 1920, 19.06.2022
Un aguililla que quedó atrapada en las rejas de la Secretaría de Marina, al sur de la Ciudad de México.
La señora Nelly Ávila sabe perfectamente que el aguililla que la atacó sólo respondió a un instinto. Dice que fue una situación excepcional, ya que ella ha vivido en el sur de la ciudad toda su vida y es la primera vez que le ocurre este tipo de incidente.
"Yo sé que estas aves han vivido aquí desde siempre. No son malas ni mucho menos. Por eso organicé entre los vecinos una serie de pláticas para generar información y conciencia sobre estos animales, con los que hemos convivido desde hace mucho tiempo. El objetivo es romper prejuicios", dice Nelly.
El encargado de impartir estas charlas fue David Olivos, quien está enfocado en la conservación de la fauna silvestre mexicana desde hace varios años.

"Decidí hacerlo [ofrecer pláticas] porque no falta quien los quiera matar. En una colonia cercana, en Culhuacán, hace poco mataron a tres pollos de halcones Harris, tumbaron su nido por ignorancia. Creyeron que los halcones eran peligrosos y los iban a atacar. Es importante suprimir estos mitos", comparte el especialista.

En la Ciudad de México todavía hay más especies, no sólo los Harris. También hay aguilillas de cola roja, gavilanes de Cooper, halcones peregrinos y halcones cernícalos, dice Olivos. Todos ellos viven en diversas partes de la urbe y anidan siempre en árboles muy altos.
"A mí me reportaron alrededor de 11 ataques [de halcones de Harris], aunque la verdad es que hubo una buena reacción de parte de los vecinos, la mayoría comprendió que es fauna silvestre, sólo una señora pidió que los bomberos se la llevaran. Pero yo insisto en que es rarísimo que sucedan estas agresiones de parte de las aguilillas", concluye el experto.
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