La explosión en el hotel de La Habana entristece la celebración del Día de las Madres en Cuba

LA HABANA (Sputnik) — Tres decenas de hogares cubanos de luto, más de 80 familias en vilo ante el peligro que acecha a sus familiares heridos, y el desespero por casi una veintena de desaparecidos después de la explosión ocurrida el 6 de mayo en un hotel de La Habana, entristece la celebración en Cuba del tradicional Día de las Madres.

"Es triste que esta historia sacuda a tanta gente un día como hoy. Me imagino a las madres de esos niños muertos, las esposas de los trabajadores sepultados bajos las piedras, la tristeza por esa mujer embarazada que perdió la vida", comentó a Sputnik el habanero Heriberto Rodríguez.

El habanero, de paso por las inmediaciones del hotel Saratoga, donde se trabaja arduamente en el rescate y salvamento de las víctimas, destacó lo "injusto que esto ocurra en un día donde debe imponerse la alegría y la felicidad".

En medio de las carencias que se viven en la isla, las familias no escatimaron esfuerzos para reunir lo esencial y congratular a las madres en su día, una tradición de gran arraigo en la isla desde principios del siglo XX y oficializada a partir de 1928.

En muchas casas cubanas quedaran guardados los pasteles, las cervezas y las alegrías, pues las miradas de muchos están atentas a los partes del Ministerio de Salud Pública que actualiza las cifras de víctimas, o en las imágenes transmitidas por la televisión local donde se muestra el arduo trabajo de rescatistas, bomberos, policías, médicos y enfermeros, así como todos los que desesperadamente remueven piedra a piedra buscando supervivientes de la tragedia.

Desde el 6 de mayo, muchos rostros perdieron la sonrisa, entre ellos las madres de los niños que estudian en la escuela contigua al hotel siniestrado, y que sufrieron los embates de la ensordecedora explosión, la nube de polvo causada por el derrumbe de la fachada del hotel, el terror y la angustia impuesta por la catástrofe.

También perdieron la alegría las madres de los 30 muertos, entre ellos varios jóvenes trabajadores del hotel que alistaban la instalación para su reapertura el próximo 10 de mayo; las de los heridos atendidos en varios hospitales habaneros y las de los vecinos que perdieron sus casas.

Llama la atención que en el edificio contiguo al hotel Saratoga, se ve —desde el exterior— la foto de una quinceañera en la única pared que sobrevivió a la estampida, sin tener idea dónde se encuentran los habitantes de esa casa.

Triste celebración este 8 de mayo en Cuba, donde las muestras de respeto y solidaridad se repiten en todos los hogares habaneros.

Incluso quienes disfrutarán de sus madres vivas, guardan recogimiento por los que desaparecieron bajo los escombros del Saratoga.

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