Freddy Rincón, un ícono de una era dorada del fútbol de Colombia

El grave accidente automovilístico sufrido por el exfutbolista Freddy Rincón mantuvo en vilo a los colombianos, que todavía lo recuerdan como una de las estrellas de la selección que marcó una época en la década de 1990.

Freddy Eusebio Rincón Valencia, una de las estrellas que constituyeron a la generación más recordada de la historia del fútbol colombiano en la década de 1990, sufrió un grave accidente automovilístico en la madrugada del lunes 11 de abril en la ciudad de Cali (oeste), cuando su coche fue embestido por un autobús del transporte público.

El exmediocampista permanece en estado de máxima gravedad, tras sufrir un traumatismo encéfalo craneano luego de protagonizar un choque lateral contra un autobús que dejó un saldo de cinco personas heridas.

El exfutbolista fue intervenido quirúrgicamente en una clínica caleña, en una intervención de dos horas y 45 minutos. Según el personal médico, "su condición, teniendo en cuenta los muy delicados hallazgos en la cirugía, es muy crítica y su pronóstico es reservado", destacaron medios locales.

De Buenaventura a Bogotá: los inicios de Rincón

Nacido en el puerto de Buenaventura, Valle del Cauca (oeste), Rincón debutó en el profesionalismo en la segunda división de su país defendiendo los colores del club de su ciudad Atlético Buenaventura, lo que permitiría emigrar y debutar en la primera división con el Independiente Santa Fe de la capital colombiana. Allí Rincón forjó un nombre y comenzó a sobresalir en el medio local tras anotar 29 goles en tres temporadas.

1990 fue el año de su consagración. El primer año de la década significó para Rincón fichar por el poderoso América de Cali, club del cual es hincha y que por aquel entonces disfrutaba de una bonanza deportiva que le permitió ser finalista de Copa Libertadores en tres ocasiones consecutivas y un auge económico ligado al narcotráfico, en directa competencia con el Atlético Nacional de Medellín, financiado por Pablo Escobar.

Sería en América de Cali donde la carrera de Rincón se consagraría. En el equipo rojo destacó con 54 goles en 176 partidos durante las tres temporadas en las que defendió la camiseta de los Diablos Rojos caleños.

Ícono de una Selección Colombia para la historia

Su buen desempeño le dio el empujón para ser incluído entre los convocados por el entrenador Francisco 'Pacho' Maturana para integrar la Selección Colombia que disputó el Mundial de Fútbol de Italia 1990, cita a la que los colombianos regresaron después de 28 años.

Rincón entraría para siempre en el corazón de su país luego de marcar el empate ante Alemania Occidental —campeones del Mundo 1990 a la postre—, en el Estadio Giuseppe Meazza de Milán, para clasificar a Colombia a octavos de final en la agonía del encuentro.

Integró la Selección Colombia en su periodo más glorioso, época en la que el equipo nacional clasificó a tres mundiales consecutivos (1990, 1994 y 1998) —por primera y única vez en su historia—, y formó equipo junto a recordadas estrellas como Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, Leonel Álvarez, Andrés Escobar, Adolfo Valencia, René Higuita, entre otros.

Aquella generación resultó marcada para siempre por el tercer puesto en las Eliminatorias para el Mundial de EEUU 1994, junto a la goleada 0-5 contra Argentina en Buenos Aires, como también por la trágica eliminación y posterior asesinato de Andrés Escobar en aquel fatídico 1994, marcado por un país en ebullición.

El año 1994 marcaría el inicio de la internacionalización de su carrera al recalar en el Palmeiras de Brasil, para luego emigrar al Napoli del fútbol italiano y llegar al poderoso Real Madrid de España en 1995 donde, sin embargo, pasaría sin pena ni gloria. En su regreso a Sudamérica, defendió la camiseta del Corinthians de Brasil, institución de la que es ídolo hasta el día de hoy.

El siglo XXI lo encontraría disputando sus últimas temporadas en el fútbol profesional, consagrándose campeón del primer Mundial de Clubes de la FIFA en el año 2000 con el Corinthians brasileño.

Posteriormente intentó formar una carrera como entrenador sin éxito relativo, principalmente en divisiones juveniles del fútbol brasileño, para dedicarse a sus negocios en la última década. Su última vinculación al mundo del fútbol fue nuevamente como asistente técnico en Millonarios de Bogotá en 2019.