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Mineros de Bolivia, entre el culto al dios del inframundo y a la Bolsa de Metales de Londres

© Sputnik / Sebastián OchoaLos mineros preparan sus ofrendas
Los mineros preparan sus ofrendas - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
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Sputnik recorrió galerías y túneles de una mina cooperativa de Oruro, uno de los principales departamentos mineros del país. En el marco de las ofrendas realizadas a la Pachamama por el carnaval, confiaron sus vivencias, anhelos y expectativas.
La minería es una de las principales actividades de los Andes de Bolivia. Aún antes de la imposición de la Colonia española, en el siglo XVI, los pueblos indígenas Quechua y Aymara extraían de sus cerros metales preciosos como oro y plata. Cientos de años después, sus descendientes vuelven cada día a las mismas montañas para seguir cosechando esos y otros metales, requeridos por las industrias de la modernidad.
Los primeros mineros que se internaron en los socavones —cientos de años atrás— notaron una presencia que, por su poderío, tenían que adorar. El Tío es una deidad a veces representada como un demonio con un gran falo erecto. Para que proteja a los trabajadores y para que obtengan metales, cada día tiene lugar bajo tierra una ceremonia, en la cual le echan a esta figura una lluvia de alcohol puro, hojas de coca y humo de cigarros.
Sputnik se internó en una estrecha mina en las afueras de la ciudad de Oruro, para conocer de primera mano las experiencias, vivencias y esperanzas de los mineros.
Sergio Fernández es minero, hijo y nieto de mineros, como gran parte de sus compañeros en la mina San José Jallpa Socavón, por donde guiará a Sputnik. En el camino al ingreso a su fuente de trabajo habló sobre la relevancia histórica de esta zona.
El distrito minero San José fue de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) desde 1952 hasta 1985, cuando la caída mundial de los precios de los metales obligó al Gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) a cerrar las minas estatales, por lo cual 30.000 trabajadores quedaron desempleados.
Muchos se fueron al Trópico de Cochabamba, a colonizar tierras y vivir hasta hoy como campesinos. Otros mineros se quedaron en sus regiones y fundaron "pequeñas cooperativas que se han vuelto grandes y siguen trabajando en estos sectores", explicó Fernández.
© Sputnik / Sebastián OchoaCelebración en la mina cooperativa con motivo del carnaval
Celebración en la mina cooperativa con motivo del carnaval - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Celebración en la mina cooperativa con motivo del carnaval
Bajo los cerros de este barrio se conforman cinco cooperativas mineras: San Salvador, la más antigua con 70 años; 10 de Febrero, Nueva San José, la Multiactiva y San José Jallpa Socavón, a cuyas entrañas guiaba el minero.
Fernández contó que hasta la década del 70 este barrio fue una miniciudadela, independiente de la ciudad de Oruro. Tenía su propia escuela, hospital, radio, hasta una iglesia dedicada a San José, que en tiempos de carnaval "ha rivalizado con la entrada de la Virgen del Socavón", que se volvió a realizar el pasado fin de semana luego de dos años de pandemia de COVID-19.
Existe la creencia de que los mineros tienen una expectativa de vida menor al promedio, por las duras condiciones en las cuales trabajan. Fernández reconoció que muchos de sus compañeros fallecen a los 50 años —él tiene 47—. Pero no se aplica a todos los casos. Su papá, por ejemplo, tiene 80 años y se jubiló recién hace dos.

Historia de una cooperativa

© Sputnik / Sebastián OchoaEntrada a la mina San José Jallpa Socavón
Entrada a la mina San José Jallpa Socavón - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Entrada a la mina San José Jallpa Socavón
Fernández relató que San José Jallpa Socavón está conformada por tierra y roca, que hace miles de años fueron cenizas volcánicas, las cuales finalmente se solidificaron.
Hasta hace un año, esta cooperativa tenía 50 socios. Pero en estas fechas ya tiene 150 trabajadores y trabajadoras. "El 12% son compañeras mineras que trabajan con nosotros", comentó. De hecho, la esposa de Fernández es la jefa de su cuadrilla. "Es mejor, porque las mujeres son más organizadas. Nosotros nos farreamos y nos perdemos", confió.
A la entrada de la bocamina le siguen 200 metros de caminata en pendiente, por un túnel que cada vez se vuelve más estrecho, hasta el punto de que solamente se puede avanzar gateando.
Se llega a un sitio donde hay un elevador de carga —también de personas— y una escalera de madera precaria, que sirve para descender hasta 130 metros en un hueco oscuro y polvoriento.
En el marco del carnaval, las y los mineros tienen la costumbre de ch'allar (colocar ofrendas) su fuente de trabajo. Por ello en la oscuridad las linternas terminan alumbrando a coloridos globos y serpentinas.
© Sputnik / Sebastián OchoaLos mineros colocan globos y serpentinas en su lugar de trabajo durante carnaval
Los mineros colocan globos y serpentinas en su lugar de trabajo durante carnaval - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Los mineros colocan globos y serpentinas en su lugar de trabajo durante carnaval
Para llegar al paraje de Fernández hay que pasar primero por el de los Calaveras, una cuadrilla de mineros que ya estaban festejando. Toda ch'alla (ofrenda) exige el consumo de alcohol, que se reparte de manera ceremonial entre los asistentes y la tierra, la Pachamama. Por ello, antes de llevarse la botella a la boca gritaban "jallalla" y lanzaban un chorro del líquido al piso.
Mientras más se descendía en la mina, más faltaba el aire y hacía más calor, así como los pasillos se estrechaban hasta límites insospechados.
Al paraje de Fernández llegaron sus compañeros, Rubén Solís y Edwin Crispín Colque. Allí ya los esperaba el más viejo de los 150 socios: don Hilarión Canaviri Pacheco, de 76 años. Él ya estaba desde hacía un rato ch'allándose con alcohol puro (de 97º) y hojas de coca, que invitó de inmediato a las visitas.
© Sputnik / Sebastián OchoaDe izquierda a derecha, los mineros Edwin Crispín Colque, Sergio Fernández y Rubén Solís
De izquierda a derecha, los mineros Edwin Crispín Colque,  Sergio Fernández y Rubén Solís - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
De izquierda a derecha, los mineros Edwin Crispín Colque, Sergio Fernández y Rubén Solís
Y había que tomarlo aunque quemara la garganta, porque los mineros se habrían sentido muy ofendidos si les rechazaban sus ofrendas. Según la cosmovisión andina, la buena energía de los visitantes iba a ser provechosa para sus negocios.
Eventualmente, don Hilarión echaba alcohol al piso para "las gringuitas". Su compañero Colque comentó, un poco en broma y un poco en serio, que "a veces a don Hilarión se le aparecen unas mujeres hermosas, de Inglaterra. Él se sueña con eso". A su lado, el experimentado minero asentía.
© Sputnik / Sebastián OchoaDon Hilarión Canaviri Pacheco
Don Hilarión Canaviri Pacheco - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Don Hilarión Canaviri Pacheco
Los mineros tendieron en el piso una mesa de q'oa, que contiene hierbas, confites y dulces con formas de sueños y anhelos. Contiene tabletas que llevan inscripciones, según si sirven para atraer dinero, amor, salud o lo que el ch'allador decida. En todos lados se la quema, pero dentro de la mina optan por hacer un hueco y enterrarla, para que llegue a sus deidades y los protejan.
Mientras brindaban, Solís dijo: "Lo primero que tiene que salir de la mina es el minero. Primero la salud, con salud se hace todo". Y recordaron que tiempo atrás fallecieron dos obreros, cuando la galería cedió y los dejó enterrados bajo las piedras.

Beneficios impositivos

Los mineros cooperativistas no pagan impuestos. Pero destacaron que "el Estado no nos da ni un clavo. Es verdad que no pagamos impuestos, pero pagamos regalías del 3% de cada elemento: plata, plomo y zinc. Ahí ya casi tenemos 10%", dijo Fernández.
© Sputnik / Sebastián OchoaSergio Fernández, minero boliviano
Sergio Fernández, minero boliviano - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Sergio Fernández, minero boliviano
"Antes, entregábamos los minerales en bruto. Pero ahora los procesamos en el ingenio. Es un gasto adicional, pero nos conviene porque todo se exporta. El Estado no nos compra nada, dependemos del mercado de Londres", agregó.
"Si les da la gana, las bolsas de valores lo suben al precio y lo bajan. Los países grandes compran reservas cada cinco años, por eso tenemos ciclos de altos precios, otros de bajos precios. Las bonanzas a veces no duran más que tres años", graficó.

El sueño de don Hilarión

© Sputnik / Sebastián OchoaDon Hilarión Canaviri Pacheco tiene 76 años y espera jubilarse a los 77
Don Hilarión Canaviri Pacheco tiene 76 años y espera jubilarse a los 77  - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
Don Hilarión Canaviri Pacheco tiene 76 años y espera jubilarse a los 77
En los oscuros túneles de la cooperativa San José Jallpa Socavón abundan jóvenes de veintitantos años. El más antiguo de la mina, don Hilarión, dijo a Sputnik que se jubilará a los 77 años.
"Al año pienso jubilarme. Me voy a ir a Colquiri (departamento de Oruro) para criar chanchitos, lechoncitos que voy a vender a mis compañeros", dijo el minero, también padre de 12 hijos e hijas.
© Sputnik / Sebastián OchoaLos mineros celebran en San José Jallpa Socavón en Oruro
Los mineros celebran en San José Jallpa Socavón en Oruro - Sputnik Mundo
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Los mineros celebran en San José Jallpa Socavón en Oruro
© Sputnik / Sebastián OchoaLa qoa que los mineros preparan en San José Jallpa Socavón en Oruro
La qoa que los mineros preparan en San José Jallpa Socavón en Oruro - Sputnik Mundo
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La qoa que los mineros preparan en San José Jallpa Socavón en Oruro
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Los mineros celebran en San José Jallpa Socavón en Oruro
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La qoa que los mineros preparan en San José Jallpa Socavón en Oruro
Cerca del mediodía, las y los mineros dejaron de ch'allar para sumarse al festejo grande, en la bocamina. Todos pasaron por la figura del Tío principal, le dejaron hojas de coca, cigarros y bebidas hasta inundar el suelo de su pedregoso pasillo.
Finalmente se reunieron todos, apretados y cada uno con una botella de cerveza Huari en la mano, para presenciar el sacrificio de seis llamas en honor al Tío y a la Pachamama. Con las carnes de los animales prepararon platos típicos de la región, que comieron por la tarde, entre bebidas, bailes y bandas que pasaron por el escenario montado especialmente afuera para la ocasión.
© Sputnik / Sebastián OchoaLa mina cooperativa San José Jallpa Socavón en Oruro
La mina cooperativa San José Jallpa Socavón en Oruro - Sputnik Mundo, 1920, 04.03.2022
La mina cooperativa San José Jallpa Socavón en Oruro
Germán Toco, presidente de la cooperativa, dijo a la multitud de asociados allí presentes en la mina, antes de sacrificar a las llamas: "Compañeros: siempre hacemos nuestra tradicional mesa como Jallpa, para pedir al Tío que nos pueda cuidar, proteger, mejorar la producción. Vamos a ch'allar todos felices, con fe, para que la Jallpa siga creciendo".
Las llamas fueron sacrificadas sin emitir ni un sonido. Sus corazones y sus vísceras fueron enterrados en diversas partes de las galerías y túneles de la mina, como una manera de alimentar a las deidades.
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