Alemania detiene la certificación del Nord Stream 2

Alemania ordena la retirada de un documento clave necesario para la certificación del gasoducto Nord Stream 2 de Rusia, informó al canciller alemán, Olaf Scholz.

"Hoy [22 de febrero] le pedí al Ministerio de Economía de Alemania que retirara el informe existente con un análisis de seguridad energética de la Agencia Federal de Redes, (...) es un paso administrativo necesario para que ahora no tenga lugar la certificación del gasoducto. Sin certificación, Nord Stream 2 no se puede poner en funcionamiento", dijo Scholz.

El canciller, además, calificó de "grave violación del derecho internacional" el reconocimiento por Moscú de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.

"El presidente (ruso, Vladímir) Putin viola así no solo los acuerdos de Minsk, que él mismo firmó (...) Viola los principios básicos de la Carta de la ONU (...) así como todos los acuerdos jurídicos internacionales a los que Rusia se ha adherido durante los últimos casi 15 años, especialmente el Acta final de Helsinki", indicó.

En este contexto Scholz señaló que Occidente "no podrá aceptar" el reconocimiento de las repúblicas mencionadas por parte de Moscú.

"Estamos coordinando estrechamente las acciones a nivel internacional (...) En el marco de la UE, discutimos el primer paquete de sanciones, y lo adoptaremos juntos en lo que resta del día", resaltó.

El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, por su parte, ya confirmó el retiro del informe sobre la seguridad del Nord Stream 2 de la Agencia Federal de Redes, y señaló que la certificación del gasoducto no se llevará a cabo hasta que esté listo un nuevo informe.

Por su parte, el portavoz jefe de la Comisión Europea (CE), Eric Mamer, destacó que el gasoducto Nord Stream 2 no solo es un proyecto económico, sino también político.

"Nord Stream 2 es un proyecto político, además de económico", dijo Mamer en una sesión informativa.

En cuanto a la suspensión de la certificación del gasoducto, la CE lo examinará en cuanto reciba una notificación formal, agregó.

A su vez, otro portavoz de la CE Tim McPhee afirmó que el Nord Stream 2 aún no funciona, por lo que la decisión de detener su puesta en marcha no podría afectar la seguridad energética de la UE.

La reacción de EEUU

Estados Unidos está en estrecho contacto con Alemania con respecto al gasoducto Nord Stream 2 y celebra su decisión de detener la certificación del proyecto tras el reconocimiento por parte de Rusia de las Repúblicas de Donbás como independientes, dijo la portavoz Jen Psaki.

"El presidente de Estados Unidos dejó en claro que si Rusia invadía Ucrania, actuaríamos con Alemania para garantizar que Nord Stream 2 no avance. Hemos estado en estrechas consultas con Alemania durante la noche y agradecemos su anuncio. Haremos un seguimiento con nuestras propias medidas hoy", dijo Psaki en un comunicado.

El 21 de febrero el presidente ruso firmó el decreto que reconoce la soberanía de Donetsk y Lugansk en una ceremonia celebrada en el Kremlin, a la que también asistieron los líderes de las repúblicas, Denís Pushilin y Leonid Pásechnik.

A continuación, Putin firmó con las dos repúblicas los Tratados de Amistad, Cooperación y Ayuda Mutua.

Desde mediados de febrero los ataques se volvieron a intensificar en la línea de separación entre las fuerzas del Gobierno ucraniano y las milicias de Donetsk y Lugansk.

Miles de familias de ambos territorios huyeron a Rusia debido a los ataques ucranianos.

La situación se agravó por las toneladas de armas que Estados Unidos y otros países de la OTAN entregaron recientemente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

El gasoducto Nord Stream 2 técnicamente está listo para operar, pero sigue esperando los permisos de Alemania y de la Comisión Europea, mientras desde Moscú denuncian la politización del proceso.

Alemania suspendió en noviembre pasado los trámites de certificación de la empresa Nord Stream 2 AG, alegando la necesidad de completar la reestructuración de activos para que su filial alemana responda a la condición de operador de transmisión independiente.

La tubería, cuyos dos ramales tienen capacidad para transportar hasta 55.000 millones de metros cúbicos al año, está en la mira de Estados Unidos, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto. También se oponen al proyecto Ucrania y Polonia, que obtienen ingresos por el tránsito del gas ruso por sus territorios.