Kiev rechaza las acusaciones de Donetsk de bombardear instalaciones civiles

KIEV (Sputnik) — El Ejército de Ucrania calificó de mentira y provocación las acusaciones de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) de bombardear zonas pobladas.

"Las declaraciones sobre los presuntos bombardeos de localidades por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania son una mentira absoluta y una provocación, cuya responsabilidad recae en el país invasor", afirmó a través de Facebook el centro de prensa de la Operación de las Fuerzas Conjuntas.

Estas declaraciones, agrega el comunicado, forman parte de "los métodos de propaganda de una guerra informativa", destinados a encubrir las "acciones del enemigo".

Ucrania, subraya el texto, "cumple estrictamente con los Acuerdos de Minsk y las normas del derecho internacional humanitario".

Este 18 de febrero, Ucrania acusó a las milicias de Donbás de haber cometido 60 violaciones del alto el fuego en las últimas 24 horas, incluidos 43 episodios con el uso de armas prohibidas por los Acuerdos de Minsk.

A su vez, Donetsk y Lugansk acusaron a Kiev de bombardear zonas pobladas y aumentar la tensión en la línea de contacto.

El 17 de febrero, los representantes de ambas repúblicas rebeldes también denunciaron que Kiev empezó a bombardear Donbás con armas pesadas, infringiendo deliberadamente las medidas adicionales aprobadas en 2020 para reforzar el alto el fuego.

Sin embargo, el ministro de Defensa de Ucrania, Alexéi Réznikov, desmintió la información al señalar que Kiev aboga por una solución política y diplomática.

Desde abril de 2014 Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en febrero del mismo año.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en su cese.

Las hostilidades han dejado hasta la fecha más de 14.000 muertos, según estimaciones de la ONU.