Los vehículos eléctricos provocarán despidos en las factorías españolas
18:22 GMT 16.02.2022 (actualizado: 20:40 GMT 17.02.2022)
© Foto : Cortesía de SeatInterior de la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona)
© Foto : Cortesía de Seat
Síguenos en
Los planes europeos para sustituir los automóviles de combustión por los eléctricos pueden significar la destrucción de miles de empleos en los próximos años. En las plantas de SEAT y Ford los sindicatos negocian nuevos convenios con más días laborables para enfrentar la amenaza de despidos por la reducción del tiempo de fabricación.
El reto europeo de pasar a una automoción centrada en la fabricación de vehículos eléctricos y baterías, así como la instalación de puntos de recarga, cobra visos de convertirse en uno de los mayores problemas a los que jamás se haya enfrentado la industria española.
El sector automotriz genera el 10% del PIB español y es responsable del 18% de las exportaciones, según datos del Ministerio de Industria. Pero es un sector golpeado por los efectos de la pandemia de COVID-19, pues las unidades fabricadas en 2020 y 2021 (2.098.133) son muy inferiores a las consignadas en 2019, último año antes del virus, cuando en España se fabricaron 2.822.360 vehículos. Y es en este contexto donde la apuesta por el coche eléctrico puede entrañar graves consecuencias para las plantillas de trabajadores en las factorías.
Con un coche de combustion, te gastas bastante mas en revisiones, reparaciones de motor etc… q muy probablemente te ahorraras con un electrico, con mecanica muy simple.
— Ben Tauler (@bentauler) February 10, 2022
El caso es que, en conjunto, fabricar un coche eléctrico es más sencillo que uno de combustión. No hay bujías, tampoco embragues ni correas de distribución. El motor es más simple y la gestión del par, la aceleración o de la propia energía eléctrica se operan mediante un programa informático. Las cajas de cambios son automáticas y condenan la viabilidad de las plantas que fabrican cajas manuales, como la de SEAT Componentes en el Prat de Llobregat (Barcelona). Y su mantenimiento también implica un menor coste, pues las revisiones son más sencillas.
Menos tiempo, más jornadas laborables
Todo esto supone emplear hasta un 30% menos de tiempo en la fabricación de un vehículo eléctrico, en comparación con uno de combustión. Tal es el cálculo de SEAT, que está trabajando en un plan a cinco años vista en aras de conservar el mayor número de puestos de trabajo en sus factorías de Martorell y del Prat de Llobregat.
La reducción del tiempo de fabricación está teniendo reflejo en las negociaciones del nuevo convenio colectivo, que parte de la idea de que habrá trabajadores que sobren. La marca española, encuadrada en el Grupo Volkswagen, emplea directamente en sus fábricas a unas 8.000 personas y a otras 7.000 más en su conjunto. Según el comité de empresa, los cambios afectarán a más de 2.000 trabajadores en las plantas. Para paliar los despidos, se activará un plan de jubilaciones anticipadas e incentivos para las bajas voluntarias.
En la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia), el 75% de la plantilla ha aprobado un convenio promovido por el sindicato mayoritario en la planta, UGT, ante la dirección europea de la empresa. El documento contempla renunciar a una subida de sueldo en los próximos cuatro años y a un incremento de la jornada laboral que incluye hasta 18 sábados laborables al año. Todo con objeto de alojar la producción de vehículos eléctricos.
Cambio de paradigma
El horizonte que se vislumbra es una reconversión de las fábricas, pues el cambio de paradigma supone también la necesidad de contar con trabajadores de mayor cualificación, pues la tecnología eléctrica prescindirá de aquellos que hasta ahora "solo aprietan tuercas".
Para colmo, otras fábricas en Europa compiten por adjudicarse la fabricación de vehículos eléctricos, como es el caso de la Gyor (Hungría) del Grupo Volkswagen, en competencia directa con la de Martorell. Esa decisión condenaría a la planta de SEAT Componentes.
La media de kilometraje está en 450 km, y parece que es más barato el mantenimiento de un coche eléctrico, estos son datos de la marca pic.twitter.com/aBmHCAyPh7
— David (@davidfer510) November 15, 2021
La paulatina transformación de la industria también se contempla en los planes de Renault, cuyos trabajadores en las fábricas de Madrid, Sevilla, Valladolid y Palencia en 2021 ya aceptaron 217 días laborables al año y una congelación del sueldo hasta 2023, únicamente indexado a un aumento del 0,5% del Índice de Precios al Consumo (IPC), ampliable al 1% en caso de cumplir objetivos en el plan eléctrico. Y en la planta de Mercedes en Vitoria las negociaciones tampoco pintan bien, al margen de que la empresa todavía no ha suscrito un nuevo ERTE.
Transición dolorosa
Un dato especialmente desconsolador para el sector es que ni aun recuperando los niveles de producción y ventas anteriores a la pandemia se podría conjurar la destrucción de empleo por el paso a los vehículos eléctricos.
Seat avisa: fabricar el coche eléctrico requiere un 30% menos de plantillas. Y su simplicidad reduce al mínimo las averías, por lo que cerrarán talleres. Hay que reestructurar todo el sector.
— Antonio Papell (@Apapell) February 10, 2022
En España podrían perderse hasta 4.000 empleos de baja cualificación en los próximos años fruto de la automatización de los procesos productivos y de la necesidad de empleados con perfil mucho más técnico, según se desprende del estudio Transición hacia el vehículo eléctrico, elaborado por Boston Consulting Group para la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Una de las conclusiones del estudio es que, de no operarse una recapacitación profesional, hasta 29.000 trabajadores podrían perder su empleo hasta 2030.