La ASEAN rechaza la participación de Birmania en la reunión de cancilleres

BANGKOK (Sputnik) — La Asociación de las Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) no invitará de nuevo al ministro de Exteriores de Birmania a la reunión de cancilleres programada entre el 16 y 17 de febrero en la capital de Camboya, Nom Pen, anunció el portavoz de la Cancillería camboyana, Chum Sounry.

"Ante la ausencia de avances sustanciales en el cumplimiento del Consenso de cinco puntos de la ASEAN sobre Birmania, es difícil que los países de la ASEAN lleguen a un acuerdo sobre la participación del ministro de Exteriores del Consejo Administrativo del Estado de Birmania [Gobierno militar] en la próxima reunión ministerial en Nom Pen", el diplomático camboyano, citado por el diario Khmer Times.

En cambio, la ASEAN sugirió que Birmania enviara un representante "no político" a la reunión, añadió Chum Sounry.

El Consenso de cinco puntos sobre la resolución de la crisis en Birmania, adoptado en una cumbre especial de la ASEAN en abril de 2021, urge al cese inmediato de la violencia por parte de todas las partes del conflicto político en el país, al diálogo constructivo para encontrar soluciones pacíficas a la crisis, implica el papel de mediación del representante especial de la presidencia de la ASEAN en dicho diálogo, sus reuniones sin trabas en Birmania con representantes de todas las partes del conflicto y la ayuda humanitaria de la organización a la población del país.

Las autoridades birmanas atribuyen el retraso en la implementación del documento a la inestabilidad de la situación y afirman que estarán dispuestas a conceder al representante especial de la ASEAN acceso a todas las partes del conflicto una vez que se logre la estabilidad interna.

El 1 de febrero de 2022, aniversario de la llegada al poder de militares en Birmania, el presidente de la ASEAN emitió una declaración acordada por todos los miembros del organismo, salvo Birmania, en la que expresaba su preocupación por el deterioro de la situación en el país, en particular por la violencia política que siguen ejerciendo las autoridades y sus opositores, y por los problemas de derechos humanos.

El 1 de febrero del año pasado, pocas horas antes de constituirse el nuevo Parlamento de Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, decretaron el estado de emergencia y detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos el presidente Win Myint y la gobernante de facto, Aung San Suu Kyi.

La asonada generó un amplio repudio internacional y una oleada de protestas en el país, con miles de personas desafiando la represión y protagonizando protestas callejeras y acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del Gobierno civil y la liberación de los presos políticos.

Según la ONG Asociación de Ayuda a los Presos Políticos, más de 1.500 personas murieron a causa de la represión militar en un año desde el golpe de Estado, y casi 12.000 fueron arrestadas.