Así es el EuroMALE, el dron militar que desarrollan conjuntamente España y varios países europeos

Su primer vuelo está previsto para 2025 y, si todo va bien, España podría contar con 12 unidades en 2029. El Ministerio de Defensa aportará hasta 1.890 millones de euros en el programa que lo desarrolla, financiado también por Alemania, Francia, Italia. Su concepción implica un uso militar y estratégico, pero también civil.

El Consejo de Ministros autorizó el 25 de enero un compromiso de gasto de hasta 1.890 millones de euros con cargo a ejercicios futuros para que el Ministerio de Defensa pueda participar en el programa internacional EuroMALE de diseño, desarrollo y producción de un Sistema Aéreo Tripulado Remotamente (RPAS). Es decir, un dron militar llamado a ser uno de los grandes pilares de la defensa aérea europea.

Conocido como EuroMALE o Eurodron, el sistema alude a una aeronave pilotada a distancia de altitud media y gran autonomía (unas 24 horas). Es uno de los grandes proyectos europeos a nivel militar para los próximos años y por parte española ya está aprobada una partida de 1.739,3 millones de euros para las fases de desarrollo y producción, y otra adicional de 150,5 millones como apoyo logístico. En total, casi 1.890 millones de euros.

Es que esto que se plantea como EuroMALE es un concepto similar al RQ-4 Global Hawk de hace 20 años que los americanos ya consideran obsoletos y que estan empezando a retirar en favor de plataformas y sensores distribuidos. Vamos conceptualmente 30 años tarde.

— Alex (@alexgarcialonso) January 26, 2022

Alemania, Francia, Italia y España son los países embarcados en el proyecto, impulsado por las compañías Airbus, Dassault y Leonardo. El Ministerio de Defensa de Alemania y su industria aeronáutica asumen el 31% de la financiación del proyecto, el resto de países un 23% cada uno. España contará finalmente con 12 de estos drones, producto del desarrollo y producción de cuatro sistemas del programa (cada uno de ellos consta de tres aparatos y dos estaciones de control terrestre).

Qué es y para qué sirve

El Eurodron se concibe por parte fundamental del futuro sistema aéreo de combate, pero también podrá estar integrado en el espacio aéreo civil. Las características del sistema lo hacen óptimo para realizar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

El aparato en sí es de considerables dimensiones. Tendrá 16 metros de longitud y 6 metros de altura, y una capacidad de carga útil de 2.300 kg. Alcanzará una velocidad máxima de crucero de 500 km/h y un techo de vuelo de 13.700 metros. Montará motores duales y podrá ir artillado con armas de precisión, incluyendo misiles. Contará también con una bola de optrónica para una correcta guía, geolocalización y estabilización.

Entre los sensores, una cámara electro-óptica obtendrá imágenes en tiempo real para el señalamiento de objetivos en los espectros visible e infrarrojo. También estará provisto de un radar de apertura sintética (SAR), equipos de guerra electrónica y sensores de reducción de la firma radárica.

El Euromale aspira a ser la gran propuesta de la industria europea de defensa en este sector. En el futuro sustituiría las adquisiciones de Predator B estadounidense que España ha comprado en los últimos años y que ya están operativos en la base de Talavera La Real (Badajoz).

— Drones de guerra (@dronesdeguerra) January 25, 2022

En cuanto a su operativa, el Eurodron se complementará con otros sistemas de armas, como son los cazas Eurofighter y Rafale, y los que están en fase de desarrollo, como el futuro avión de combate de nueva generación (FCAS). Su rango de operación abarcará misiones de rastreo, búsqueda e identificación, así como apoyo aéreo, vigilancia armada y apoyo en operaciones de recuperación de personal.

A medio plazo

Se estima la creación de unos 7.000 puestos de trabajo cualificado entre los cuatro países participantes del programa EuroMALE. El vuelo del primer prototipo está previsto para 2025, pero las primeras unidades no se entregarán hasta 2028. España podría contar con los primeros aparatos operativos en 2029.

Los requisitos y especificaciones de las aeronaves están acordados por los cuatro países participantes, la autoridad contratante (OCCAR, Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento) y las empresas implicadas. El acuerdo prevé producir estas aeronaves no tripuladas hasta 2034, con un total de 20 unidades entre los cuatro países.