La rentabilidad de carburantes sostenibles, la apuesta de investigadores españoles y brasileños

Un equipo de investigadores de las universidades de Cádiz (España) y Campinas (Brasil) confirmaron la rentabilidad económica para generar carburantes sostenibles con residuos de azúcar y maíz a través de un proceso biológico.

El estudio fue publicado recientemente en la revista Fuel. En él se simula y compara los costes de esta metodología que permite obtener energía térmica y eléctrica empleando residuos de caña de azúcar y maíz generados en la extracción de etanol, un carburante que se puede utilizar como combustible en vehículos.

Los investigadores proponen un método que mejora la eficiencia de la producción. Explican que este proceso implica que "bacterias y arqueas, ambos organismos microscópicos, realicen sus funciones biológicas en ecosistemas sin oxígeno, donde se alimentan de la materia orgánica y la degradan en un proceso microbiológico".

De esta forma, señalan, se generan dos subproductos: un biogás que se usa para producir energía eléctrica y térmica; y un material sólido con aspecto de lodo que se emplea habitualmente como biofertilizante o como biocombustible.

Luego, para determinar si este proceso era viable económicamente, calcularon de forma teórica la producción de biogás en tres escenarios: el primero, con los desechos del maíz, el segundo con los de caña de azúcar y el tercero con residuos de ambos tipos de plantas.

"Nuestro objetivo era validar un método que, por un lado, nos permitiera obtener energía más limpia y, por otro, pudiera sostenerse económicamente en una empresa".

Miriam Tena

investigadora de la Universidad de Cádiz

El equipo investigador resalta que esta propuesta también incrementa el aprovechamiento de los desechos industriales y disminuye las emisiones negativas para el medio ambiente, como el dióxido de carbono (CO2).

"Hemos confirmado que con este método podemos reducir aproximadamente 4.000 toneladas de CO2 al año, el equivalente en peso a media Torre Eiffel", explicó Tena.

Los expertos también estiman que se podría generar aproximadamente 15 gigavatios de electricidad por hora al año y unos 137.000 gigajulios de energía térmica al año. Aseguran que sería una cantidad suficiente para abastecer aproximadamente a dos millones y medio de hogares.

"La energía producida puede destinarse a la propia planta de producción de etanol o a la red eléctrica", añadió Tena.

Por su parte, informan que las profesoras Montserrat Pérez y Rosario Solera, del Departamento de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Cádiz, en colaboración con la profesora Tánia Foster, de la Escuela de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de Campinas, analizan a escala de laboratorio la digestión anaerobia de los residuos, es decir, el proceso en el que las bacterias degradan la materia orgánica en ausencia de oxígeno hasta que se obtiene metano.

Este trabajo ha sido financiado por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) y el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). También han recibido apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación de España mediante la ayuda para contratos predoctorales.