El presidente de México batalla para someter su alta popularidad a las urnas
19:40 GMT 27.12.2021 (actualizado: 13:00 GMT 28.12.2021)
© AP Photo / Marco UgarteAndrés Manuel López Obrador, presidente de México
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CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — Un referéndum de revocación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador divide las aguas en el espectro político mexicano al cierre de 2021, impulsado por el propio mandatario, que quiere volver a someter su imagen a las urnas a tres años de su sexenio.
La paradoja es que ninguno de los partidos de la oposición está interesado en mantener a la omnipresente figura presidencial bajo escrutinio, ahora que López Obrador goza de altos niveles de popularidad que rondan el 60% en diversas encuestas.
El Instituto Nacional Electoral (INE) fue colocado ante un incómodo dilema cuando el Congreso aprobó el presupuesto federal de 2022: la mayoría oficialista alegó políticas de "austeridad republicana" y no le otorgó los fondos necesarios.
Con la mayoría simple requerida de la mitad más uno de los 500 diputados, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y aliados recortaron 245 millones de dólares al presupuesto solicitado por la entidad electoral autónoma, previstos si el oficialismo completa los 2,8 millones de firmas requeridas para pedir que su líder vuelva a una elección.
Lo irónico es que esa herramienta electoral que en otros países es esgrimida para sacar del poder a gobernantes, en México es enarbolada por el propio partido en el poder para ratificar la popularidad de su líder con el lema "que siga la democracia".
Ante esa disyuntiva, el consejo electoral del INE acordó antes de la Navidad posponer la organización del referéndum, alegando ante la Suprema Corte que el Congreso lo había dejado sin fondos para organizar el evento.
El propio canciller, Marcelo Ebrard —uno de los principales aspirantes a candidato presidencial de Morena en 2024—, hizo una lectura peculiar de la encrucijada.
"Posponer la revocación de mandato busca evitar que en esa consulta se confirme la alta aprobación del presidente López Obrador", escribió en su cuenta de Twitter.
Posponer la revocación de mandato busca evitar que en esa consulta se confirme la alta aprobación del Presidente López Obrador. Prevalece un cálculo político. El discurso desde el INE de defender la democracia se desmorona. Ojalá recapaciten. A nadie conviene.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) December 18, 2021
Ratificación o revocación
El presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Sergio Gutiérrez, también apeló a la Corte Suprema y obtuvo un fallo provisorio dictaminando que "los derechos políticos no pueden ser restringidos o suspendidos".
Dos magistradas de la Comisión de Receso, que opera en los periodos vacacionales ordenaron al INE, de manera provisoria -antes de que el pleno resuelva el fondo de la controversia-, que continúe la organización del proceso "hasta su conclusión con el presupuesto aprobado", de unos 75 millones de dólares, como "indicador de viabilidad financiera".
6 de diciembre 2021, 18:24 GMT
El INE argumenta que necesitará unos 170 millones de dólares más para el evento electoral en abril de 2022, de los que carece en su presupuesto.
La interrogante que subyace es la siguiente: ¿un presidente debe ser llamado a cuentas por su incompetencia o para confirmar su popularidad?
La pregunta de la consulta popular aprobada desagrada a los seguidores del presidente: "¿Estás de acuerdo en que (nombre), presidente/a de los Estados Unidos Mexicanos (nombre oficial del país), se le revoque el mandato por pérdida de confianza o que siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?", reza la frase establecida en la ley.
¿Solución?
López Obrador planteó su propia solución: si el dinero no alcanza que se hagan encuestas y de paso se cambie la pregunta.
"Los ciudadanos podríamos llevar cabo la consulta o buscar mecanismos" alternativos dijo antes de viajar a su finca en el sureste del país para la tregua navideña.
Entre las soluciones, mencionó: "Con diez encuestadoras de más antigüedad y credibilidad hacemos una cooperación para pagarles", o que lo hagan "de manera voluntaria".
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La pregunta que propone es diferente a la que marca la ley: "¿Quieres que continúe el presidente o que renuncie? Sí o No. Y damos a conocer los resultados, aquí", en el Palacio Nacional, soltó.
José Antonio Crespo, historiador del Centro de Investigación y Docencia Económica dijo a Sputnik que detrás de esta polémica existe una intención para darle la puntilla al atribulado INE, cuyos consejeros ya enfrentan un juicio político.
"El presidente aprovecha este dilema para meterle el pie al INE. No le gustan los instituto autónomos de ningún tipo. Todo lo que sea un contrapeso y frenar institucionalmente al Ejecutivo no le gusta", considera el autor de dos perfiles biográficos de López Obrador.
El nubarrón sobre el futuro del árbitro electoral es que "se avecina una reforma electoral para tener el control del INE en 2024 y esta polémica le sirve para decir que el INE boicotea su idea de democracia participativa, que se niega a organizar el referéndum o que lo hizo mal", añade Crespo.
El autor de obras destacadas sobre la historia del presidencialismo autoritario en México, indica que el sector progubernamental "cree que el INE tiene dinero de sobra y solo busca boicotear la consulta para dañar la imagen del presidente. Es un cuento que muchos oficialistas creen".
Lo que muchos analistas observan —puntualiza— es que se avecina una reforma que beneficie al oficialismo "como hacia el PRI en el siglo XX".