Londres saluda la propuesta de Rusia de celebrar consultas sobre seguridad global en enero

LONDRES (Sputnik) — La ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, saludó la propuesta de Rusia de mantener en enero las consultas sobre las garantías de seguridad con Estados Unidos y la OTAN.

La ministra expresó su rechazo a la "retórica agresiva y provocativa del Kremlin" hacia Ucrania y la OTAN.

"La única solución a la situación actual [con respecto a Ucrania] para Rusia es un diálogo, y yo saludo el hecho de que Rusia mostró su deseo de entablar las consultas en enero", dice el comunicado publicado por Truss en su cuenta de Twitter.

Our support for Ukraine is unwavering. The UK 🇬🇧 calls for Russia to de-escalate the current situation on the Ukraine border. Dialogue is the only way to solve this. My statement 👇 pic.twitter.com/MQnlYNtReM

— Liz Truss (@trussliz) December 23, 2021

Subrayó que cualquier injerencia de Rusia en los asuntos de Ucrania sería un "gran error estratégico" y que la respuesta a tales intentos, aseveró, contará con sanciones conjuntas del Reino Unido y sus socios contra Moscú, sus intereses y economía.

Más temprano, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que Rusia está dispuesta a mantener las consultas sobre las garantías de seguridad en el marco de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Rusia espera que las primeras rondas de negociaciones con EEUU y la OTAN se celebren en enero.

El pasado 17 de diciembre, el Ministerio de Exteriores de Rusia publicó las propuestas rusas sobre garantías de seguridad.

Las propuestas implican que los países de la OTAN deben comprometerse a contener la ampliación del bloque y excluir la adhesión de Ucrania, la creación por parte de Rusia y la Alianza Atlántica de líneas directas para mantener contactos de emergencia y el intercambio regular de información entre Rusia y el bloque militar sobre ejercicios y maniobras militares.

Además, en el borrador del acuerdo con EEUU, Moscú llamó a Washington a comprometerse recíprocamente a renunciar al despliegue de armas nucleares fuera de su territorio y devolver a su suelo las que se encuentran en otros lugares. Los dos países también deben eliminar las infraestructuras existentes para desplegar armas nucleares fuera de sus respectivos territorios.

El proyecto estipula que ninguna de las dos partes emplazará su armamento o efectivos en regiones donde la otra lo podría considerar como una amenaza a su seguridad nacional "incluido en el marco de organizaciones internacionales, alianzas militares o coaliciones", a excepción del despliegue en su territorio nacional.