Bolivia considera exigir la vacuna o prueba negativa de COVID-19 en espacios públicos

LA PAZ (Sputnik) — El Gobierno boliviano dijo que considera exigir la presentación de carnet de vacunación o prueba negativa de COVID-19 para el ingreso a espacios públicos, incluidos toda clase de reuniones, espectáculos y servicios como banca y transporte de larga distancia.

"Es una exigencia de los servicios departamentales de salud, que por primera vez están de acuerdo en un punto (…) una tarea que se nos está dando es establecer una normativa para regular la exigencia de carnet de vacunación o test negativo", dijo la viceministra de Vigilancia Epidemiológica, María Reneé Castro.

El anuncio de la nueva exigencia de bioseguridad coincidió con la confirmación de que el país superó el 16 de diciembre por primera vez la marca de 2.000 nuevos contagios de COVID-19, en pleno desarrollo de la cuarta ola de la pandemia.

Castro hizo la declaración al explicar los alcances de un acuerdo firmado el 16 de diciembre por el Ministerio de Salud y los servicios autónomos de salud de los nueve departamentos para mejorar el combate a la pandemia.

"Considerando que la vacunación es voluntaria, se establece la presentación de resultado de pruebas PCR negativa con hasta 48 horas de la toma de muestra para ingreso a espacios públicos en caso de que las personas rechacen la vacunación", dispuso un punto del acuerdo del jueves, cuya regulación quedó en manos del Ministerio de Salud.

La viceministra Castro aseguró que el Gobierno no pretendía imponer un régimen de vacunación obligatoria, aunque advirtió que la negativa a la inmunización que persistía en algunos sectores se estaba convirtiendo en un conflicto porque obligaba a más gastos y más riesgos para el personal de salud.

"Algunos [servicios departamentales de salud] decían no es justo que los protegemos, nos movemos, compramos medicamentos, tratamos de disminuir la gente en terapias, hacemos vacunatones, y hay gente que no quiere vacunarse. Luego el que no se quería vacunar termina en terapia intensiva buscando respirador. No es justo con nuestro personal sanitario", remarcó.

Afirmó que, sin violar el carácter voluntario de la vacunación, el Gobierno nacional y las administraciones regionales coincidían en "la necesidad de generar un mecanismo más estricto de bioseguridad".

La viceministra añadió que el acuerdo incluía también un compromiso para acelerar drásticamente la vacunación, con énfasis en los niños de 5 a 12 años incluidos desde la semana pasada en la población vacunable.

Hasta el 16 de diciembre, la campaña boliviana de vacunación sumaba casi 10 millones de aplicaciones, con saldo de casi 4,5 millones de personas ya inmunizadas con doble o triple dosis.

El Gobierno ha anunciado que prevé acumular hasta fin de año una provisión de 21,5 millones de dosis de vacunas, para una población objetivo de 10,2 millones de personas.

El récord máximo de contagios en la cuarta ola establecido el 16 de diciembre era de 2.119 casos, tras una semana con promedio superior al millar, resultando un acumulado de 508.522 casos, incluidos 19.391 decesos, desde el inicio de la pandemia, según el registro oficial.