Indígenas desplazados en Bogotá piden asistencia para 2 niños desnutridos y con fiebre

BOGOTÁ (Sputnik) — Dos niños indígenas pertenecientes a la comunidad indígena Embera, hermanos de otro menor que murió el domingo en un hospital de Bogotá, se encuentran también enfermos y desnutridos en medio de una ocupación del Parque Nacional por parte de nativos desplazados por la violencia, informaron este lunes medios locales.

"Los hermanitos de Yhosquin [Murry Queregama], dos niños, están desnutridos, también tienen fiebre, por eso citamos de manera urgente a la Secretaría de Salud (de Bogotá) para que estén aquí de ahora en adelante", dijo Miguel Ángel Sintuá, líder de la comunidad Embera, que permanece en el parque, a la emisora local Blu Radio.

El indígena lamentó que "la Secretaría de Salud no está permanente en el Parque Nacional", pese al pedido que al respecto hicieron los indígenas.

Niño fallecido

Por su parte, el secretario de salud de Bogotá, Alejandro Gómez, declaró que el niño que falleció ya tenía problemas de salud que se agravaron.

"Esto es el resultado de una población que está ubicada en un sitio que no reúne las condiciones mínimas, sobre todo para niños y niñas en primera infancia. El niño tenía problemas de salud que se agravan, el equipo médico de la Secretaría de Salud acude rápidamente y después de un diálogo con la familia logramos trasladarlo (al hospital San Ignacio, vecino del parque)", dijo Gómez a la emisora.

Agregó que "el niño estaba en paro cardiorrespiratorio, el personal asistencial del hospital hizo todo lo que pudo, el niño no logró sobrevivir".

Gómez dijo que la comunidad indígena restringe el acceso a terceros, lo que dificulta prestarle servicios médicos.

El niño, de casi dos años de edad, murió en la tarde del domingo tras recibir atención en el mencionado hospital, indicó esa institución en un comunicado emitido en la víspera.

Desde hace dos meses, unos 1.450 indígenas Embera se encuentran asentados en el parque en condición de desplazamiento debido al incremento de la violencia en sus territorios, mientras esperan por ser reubicados.