Lukashenko alerta a los políticos polacos de las consecuencias de sus amenazas contra Bielorrusia

MOSCÚ (Sputnik) — El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, advirtió a los políticos polacos de las posibles consecuencias de sus amenazas contra Bielorrusia.

"Hay amenazas constantes de estos políticos y líderes salvajes de Polonia sobre el [posible] cierre de la frontera, del punto de control ferroviario en Kuznica y etc. Puedo decir lo siguiente (...) si les resulta más conveniente, que los cierren. Pero primero hay que pensar en cómo se comunicarán con Rusia, China y, en general, con Oriente", dijo Lukashenko, citado por la agencia Belta.

Sin embargo, el líder bielorruso subrayó que Minsk busca evitar el empeoramiento de las relaciones con Varsovia.

"No somos bárbaros, no queremos enfrentamientos. No lo necesitamos (...) No queremos ningún agravamiento" de las relaciones bilaterales, indicó.

Bielorrusia, agregó, seguirá brindando toda la ayuda necesaria a los migrantes que permanecen en la frontera bielorruso-polaca.

Polonia tomará una decisión sobre el cierre del punto de control ferroviario en Kuznica este lunes, 22 de noviembre.

El muro entre Polonia y Bielorrusia

© Sputnik

Sin contactos con la UE

Lukashenko denunció que la Unión Europea sigue sin ponerse en contacto con la República en relación con la crisis migratoria, incluso después de las recientes promesas de la canciller de Alemania en funciones, Angela Merkel.

El mandatario bielorruso recordó que había pedido a la Unión Europea y, en particular, a Alemania que acogieran a los 2.000 refugiados que actualmente permanecen en el centro de migrantes en la frontera bielorruso-polaca.

"Merkel me prometió que abordarían este problema a nivel de la UE. Pero ni lo abordan. (...) Prometió personas de contacto, pero estos no se ponen en contacto", afirmó.

El presidente bielorruso dijo que su país seguirá demandando a Alemania que se lleve a estos migrantes, pero a la vez aseguró que si a la república, técnicamente, no le queda otra opción, podría resolver la situación por sí misma.

Además, Lukeshenko refutó que Minsk desplace intencionadamente a los refugiados al territorio del bloque comunitario a través de la frontera polaca.

"A nadie trasladamos a propósito a través de la frontera. Y no lo vamos a hacer", aseveró.

Lukashenko y Merkel tuvieron la semana pasada dos conversaciones telefónicas, durante las cuales el presidente bielorruso hizo propuestas para salir de la crisis, y la canciller hizo una pausa para debatirlo con sus socios comunitarios.

Según la parte bielorrusa, ambos llegaron al entendimiento de los pasos a dar para solucionar la crisis migratoria. Lukashenko planteó que la UE ampare a 2.000 inmigrantes apostados en la frontera de Polonia, mientras que Bielorrusia contribuya a la repatriación de otros 5.000.

Sin embargo, el ministro del Interior en funciones de Alemania, Horst Seehofer, comentó más tarde que se trata de "información falsa". El titular dejó claro que los países europeos no cederán a está "presión" y no acogerán a ningún refugiado.

"La ley" para Minsk

Lukashenko también aseguró que los deseos de los migrantes que están en la frontera bielorrusa son la ley para el Gobierno de Bielorrusia, que se esforzará por cumplirlos.

"Intentaremos hacer todo lo que los migrantes quieran, sus deseos son la ley para nosotros", dijo el presidente citado por la agencia Belta.

Recordó que Minsk ya había organizado un vuelo de evacuación y está preparando uno nuevo para finales de mes.

No dejará a organizaciones visitar a refugiados por publicidad

Lukashenko advirtió que Minsk no permitirá visitar a los refugiados acumulados cerca de la frontera con Polonia a aquellas organizaciones internacionales que llegan para darse publicidad en lugar de ayudar.

"Este tipo de visitas no tienen nada que hacer aquí. Que la Cancillería les advierta que no les permitirá entrar por hacerse ver solamente. Si quieren ayudar, entonces bienvenidos", dijo reunido con dirigentes de la provincia de Grodno.

También hizo referencia a una misión de la OMS que visitó a migrantes y tras ver los resultados de una radiografía de un refugiado dijeron que tenían que haber seguido recibiendo tratamiento en Irak, a lo que el mandatario comentó: "Si tuvieran la posibilidad de recibir tratamiento o someterse a una intervención quirúrgica en Irak, no habrían venido a Bielorrusia, para llegar después a Alemania".

También declaró que estas organizaciones internacionales tienen miles de millones de dólares y podrían prestar ayuda financiera a los refugiados que necesitan asistencia médica.

"[La canciller alemana interina, Angela] Merkel, al conversar conmigo pidió: señor presidente, autorice las visitas de la Organización Internacional para la Migración y de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, a lo que contesté: Sin problema, pero ahora veo que algunos llegan solo para hacerse ver (..). Si no pueden organizar el corredor humanitario, qué digan por qué no. Si no llegan a prestar una ayuda concreta, entonces ¡Adiós!", declaró.

La situación en la frontera bielorruso-polaca, donde se congregaron miles de migrantes en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Medio, que pretenden cruzar a la Unión Europea, se agravó la semana pasada.

Las autoridades polacas han aumentado la seguridad fronteriza, reforzándola con el Ejército y frustrando los intentos de los inmigrantes irregulares de entrar en el país, y acusan a Minsk de provocar una crisis migratoria con fines políticos.

Bielorrusia, a su vez, rechaza las acusaciones, alegando que Varsovia está expulsando por la fuerza a los migrantes.