El convencional chileno que fingió un cáncer renuncia a la Convención Constituyente

SANTIAGO (Sputnik) — El convencional chileno Rodrigo Rojas Vade comunicó que renunciará a su cargo en la Convención Constituyente luego de la serie de críticas que recibió tras reconocer que había fingido padecer un cáncer terminal.

"Hoy comunico mi renuncia a la Convención Constituyente y pido disculpas a todas las personas que se han sentido traicionadas", afirmó Rojas Vade a través de un vídeo publicado en sus redes sociales.

El convencional señaló que no volverá a asistir, conectarse de manera remota ni participará en ninguna sesión de la Convención y tampoco votará en las instancias que corresponda, argumentando que su situación podría generar dificultades en el funcionamiento normal de la Asamblea.

"He cometido errores muy graves pero ningún delito, mi enfermedad es real y el dinero que recibí en una actividad solidaria fue destinado a solventar deudas adquiridas por mis problemas médicos", afirmó, haciendo alusión a otras enfermedades que asegura tener.

Por último, dijo que tan pronto exista un mecanismo para presentar su renuncia formal, hará uso del mismo.

Actualmente no existe ninguna normativa que permita la renuncia de un constituyente, por lo que su renuncia se materializará de facto hasta que se pueda generar algún mecanismo.

Rojas llegó a ser uno de los 155 convencionales electos este año para integrar la Convención Constituyente tras hacer campaña junto a la Lista del Pueblo, una organización política que surgió tras las manifestaciones del estallido social del 18 de octubre de 2019.

El constituyente protestaba en la calle con la cabeza y las cejas rapadas y con un catéter médico colgando del cuerpo, asegurando que padecía una leucemia terminal cuyos gastos médicos no podía solventar.

A comienzos de septiembre, el medio local La Tercera publicó un reportaje que dejó en evidencia las contradicciones del convencional cuando hablaba sobre su supuesta enfermedad, información que lo obligó a confesar que realmente no tenía cáncer, generando críticas transversales.