"Con estos viajes te encuentras a tí mismo", la pandemia y el boom del turismo espiritual
"Con estos viajes te encuentras a tí mismo", la pandemia y el boom del turismo espiritual
Sputnik Mundo
La pandemia ha cambiado la manera de viajar, más allá de los condicionantes de seguridad y restricciones, crece un enfoque diferente que se basa en buscar un... 26.08.2021, Sputnik Mundo
Tiéndete, cierra los ojos, deja la mente en blanco y escucha el sonido del agua ancestral que se mezcla con tu respiración. Difícil insertar ese pensamiento en la rutina, pero fácil imaginarlo en unas vacaciones. Y más ahora: el verano de la ¿post? pandemia nos ha permitido viajar. Y esos viajes han cambiado, el turismo espiritual ha venido para quedarse, ya sea mediante un ommmm o un amén.Agosto toca a su fin y las vacaciones se agotan para la mayoría. El COVID ha pasado a un segundo plano, y a pesar de las restricciones, algunas comunidades como Andalucía presumen de resultados. La andaluza ha sido la comunidad autónoma que más reservas recibía a mediados de mes, con un 25,1% del total, según TravelgateX.El perfil mayoritario que ofrece la consultora es el de un turista que viaja de dos a cinco días y lo hace en pareja. Pero los destinos que en 2021 han barajado los viajeros han adquirido un cariz diferente."Una experiencia increíble, abres la puerta a una serenidad que, sin darnos cuenta, hemos perdido con la vorágine del día a día", explica a Sputnik el filósofo y escritor Gregorio Luri. Este verano, Luri cambió. Siempre había intentado viajar, "pero este verano ha sido más una cuestión de intensidad", explica tras haber vivido unas vacaciones en el interior del monasterio de Santa María de las Escalonias, donde investigaba la cuna del misticismo español del Siglo de Oro, en Hornachuelos (Córdoba).Luri ha vivido sin lujos, levantándose a las 4 de la mañana para la oración en las estancias monacales. Sin embargo, ha descubierto otro disfrute más sencillo y alineado con la naturaleza y el bienestar espiritual. "Cuando haces turismo te llevas a ti mismo a otro sitio, pero de este tipo de viajes con otro tipo de persona, te cambia a ti mismo".Viajar hacia el bienestarQue la pandemia ha generado un malestar y traumas emocionales para toda la sociedad es una obviedad. Pero lo que estas semanas de agosto sugieren es que, con las vacaciones, hemos buscado sanar esa herida.Lo saben bien en el Hammam Al Andalus, los primeros baños árabes de España (1998), recientemente clasificado en National Geographic y por la empresa británica QS Supplies como parte del Top 10 global de baños termales. "La búsqueda del bienestar, del equilibrio entre cuerpo y mente siempre ha estado ahí, pero sin duda, la pandemia ha espoleado ese anhelo", nos cuenta Raúl Lozano, director general del reconocido hammam que está a los pies de la Alhambra de Granada.Los baños invitan a un viaje espiritual hacia el bienestar del siglo XIII, están en el mismo lugar donde los andalusíes ya se aseaban y reflexionaban. "Un hammam es un templo, un espacio clásico, al igual que una iglesia o una escuela, es una invitación al viaje interior", evoca Lozano, que reseña la conexión histórica del baño árabe con la tradición greco–romana de culto al cuerpo, pero con el sentido de purificación orientalista.¿El mismo ritual que hace siglos?, ahora más que nuncaHammam Al Andalus, con establecimientos en toda España, reabrió sus puertas en junio de 2020, hasta el momento sin incidencias. La actividad se ha mantenido al 50%, pero este verano, "a pesar de las restricciones, hemos recuperado prácticamente los niveles prepandemia, el reto sanitario ha hecho que la gente busque en su interior la bondad vital", reflexiona Lozano.Otros espacios de espiritualidad de técnicas más laicas como el mindfulness también confirman a Sputnik el aumento de demanda. Desde el Centro Budista Sakya (Alicante), especializado en meditación y filosofía budista, confirman igualmente que la necesidad de lidiar con el malestar de la pandemia ha hecho que más personas de las habituales hayan mostrado interés. "La gente busca alternativas", cuentan desde el parque natural del Montgó, donde está el centro budista.Más peregrinación, más viaje interiorPero si hablamos de turismo espiritual en España, este se vertebra a lo largo de los cientos de kilómetros entre bosques y veredas que traza el Camino de Santiago. El Centro Internacional de Acogida al Peregrino selló la Compostela (documento que la Iglesia expide a los peregrinos que han llegado a Santiago de Compostela) número 70.000 de 2021 a mediados de mes, el peregrinaje ha recuperado sus niveles prepandemia.Y aunque es pronto para ofrecer estadísticas, hay un síntoma claro: cuando el peregrino concluye su viaje y recibe la Compostela en la Catedral de Santiago, explica cuál fue el motivo de su peregrinación: deportiva, religiosa, espiritual… en efecto: "las espirituales han aumentado considerablemente", comparten fuentes de Turismo de Galicia.Otro síntoma de esta nueva búsqueda de la espiritualidad, más allá del turismo tradicional de sol y playa, lo encontramos en los retiros espirituales. Monasterios donde cohabitar con el recogimiento y el silencio. En Guadalajara, el monasterio de Buenafuente del Sistal ha visto cómo crecían notablemente sus huéspedes. "Acosados por su propio corazón", compartía con Europa Press Ángel Moreno, el vicario episcopal para la Vida Consagrada en la diócesis Sigüenza-Guadalajara, refiriéndose las personas y familias que acuden a estos espacios donde no hay que compartir obligatoriamente la liturgia, pero sí respetar la serenidad y profundidad del espacio.Otros lugares que se han llenado con viajeros en busca de respuestas han sido los de arte sacro. "El arte como vehículo sensorial en espacios sacros es muy importante en espacios con connotaciones religiosas", analiza Francisco Moya, director de artiSplendore, empresa que da servicios a iglesias, catedrales o museos sacros de España e Italia. "Sobre todo en la parte centro–norte de España hemos notado una recuperación espectacular en la actividad turística", el sur de España atrae al viajero en otras fechas."Sin duda, notamos un creciente interés vivencial", detalla Moya, es un síntoma que, cada vez son más los turistas –incluso jóvenes– que se suman a las celebraciones litúrgicas como las misas, "aunque ni siquiera profiera la religión cristiana, es un fenómeno curioso que nos hace darnos cuenta de ese sentido de necesidad espiritual, de necesidad de respuestas para un vacío"."Esta manera de viajar tiene futuro y cada vez más, son aventuras espirituales que la sociedad necesita", concluye Gregorio Lori, mientras detalla lujos "impagables" como apreciar la luna en la serenidad y el silencio de la noche.
La pandemia ha cambiado la manera de viajar, más allá de los condicionantes de seguridad y restricciones, crece un enfoque diferente que se basa en buscar un bienestar emocional, maltrecho tras el trauma social del COVID. Ya sea por la vía religiosa, o de manera más laica, el turismo espiritual está en auge.
Tiéndete, cierra los ojos, deja la mente en blanco y escucha el sonido del agua ancestral que se mezcla con tu respiración. Difícil insertar ese pensamiento en la rutina, pero fácil imaginarlo en unas vacaciones. Y más ahora: el verano de la ¿post? pandemia nos ha permitido viajar. Y esos viajes han cambiado, el turismo espiritual ha venido para quedarse, ya sea mediante un ommmm o un amén.
Agosto toca a su fin y las vacaciones se agotan para la mayoría. El COVID ha pasado a un segundo plano, y a pesar de las restricciones, algunas comunidades como Andalucía presumen de resultados. La andaluza ha sido la comunidad autónoma que más reservas recibía a mediados de mes, con un 25,1% del total, según TravelgateX.
El perfil mayoritario que ofrece la consultora es el de un turista que viaja de dos a cinco días y lo hace en pareja. Pero los destinos que en 2021 han barajado los viajeros han adquirido un cariz diferente.
"Una experiencia increíble, abres la puerta a una serenidad que, sin darnos cuenta, hemos perdido con la vorágine del día a día", explica a Sputnik el filósofo y escritor Gregorio Luri. Este verano, Luri cambió. Siempre había intentado viajar, "pero este verano ha sido más una cuestión de intensidad", explica tras haber vivido unas vacaciones en el interior del monasterio de Santa María de las Escalonias, donde investigaba la cuna del misticismo español del Siglo de Oro, en Hornachuelos (Córdoba).
Luri ha vivido sin lujos, levantándose a las 4 de la mañana para la oración en las estancias monacales. Sin embargo, ha descubierto otro disfrute más sencillo y alineado con la naturaleza y el bienestar espiritual. "Cuando haces turismo te llevas a ti mismo a otro sitio, pero de este tipo de viajes con otro tipo de persona, te cambia a ti mismo".
Viajar hacia el bienestar
Que la pandemia ha generado un malestar y traumas emocionales para toda la sociedad es una obviedad. Pero lo que estas semanas de agosto sugieren es que, con las vacaciones, hemos buscado sanar esa herida.
Lo saben bien en el Hammam Al Andalus, los primeros baños árabes de España (1998), recientemente clasificado en National Geographic y por la empresa británica QS Supplies como parte del Top 10 global de baños termales. "La búsqueda del bienestar, del equilibrio entre cuerpo y mente siempre ha estado ahí, pero sin duda, la pandemia ha espoleado ese anhelo", nos cuenta Raúl Lozano, director general del reconocido hammam que está a los pies de la Alhambra de Granada.
Los baños invitan a un viaje espiritual hacia el bienestar del siglo XIII, están en el mismo lugar donde los andalusíes ya se aseaban y reflexionaban. "Un hammam es un templo, un espacio clásico, al igual que una iglesia o una escuela, es una invitación al viaje interior", evoca Lozano, que reseña la conexión histórica del baño árabe con la tradición greco–romana de culto al cuerpo, pero con el sentido de purificación orientalista.
¿El mismo ritual que hace siglos?, ahora más que nunca
Hammam Al Andalus, con establecimientos en toda España, reabrió sus puertas en junio de 2020, hasta el momento sin incidencias. La actividad se ha mantenido al 50%, pero este verano, "a pesar de las restricciones, hemos recuperado prácticamente los niveles prepandemia, el reto sanitario ha hecho que la gente busque en su interior la bondad vital", reflexiona Lozano.
Otros espacios de espiritualidad de técnicas más laicas como el mindfulness también confirman a Sputnik el aumento de demanda. Desde el Centro Budista Sakya (Alicante), especializado en meditación y filosofía budista, confirman igualmente que la necesidad de lidiar con el malestar de la pandemia ha hecho que más personas de las habituales hayan mostrado interés. "La gente busca alternativas", cuentan desde el parque natural del Montgó, donde está el centro budista.
Más peregrinación, más viaje interior
Pero si hablamos de turismo espiritual en España, este se vertebra a lo largo de los cientos de kilómetros entre bosques y veredas que traza el Camino de Santiago. El Centro Internacional de Acogida al Peregrino selló la Compostela (documento que la Iglesia expide a los peregrinos que han llegado a Santiago de Compostela) número 70.000 de 2021 a mediados de mes, el peregrinaje ha recuperado sus niveles prepandemia.
Y aunque es pronto para ofrecer estadísticas, hay un síntoma claro: cuando el peregrino concluye su viaje y recibe la Compostela en la Catedral de Santiago, explica cuál fue el motivo de su peregrinación: deportiva, religiosa, espiritual… en efecto: "las espirituales han aumentado considerablemente", comparten fuentes de Turismo de Galicia.
El Camino de Santiago recupera su nivel de afluencia
Otro síntoma de esta nueva búsqueda de la espiritualidad, más allá del turismo tradicional de sol y playa, lo encontramos en los retiros espirituales. Monasterios donde cohabitar con el recogimiento y el silencio. En Guadalajara, el monasterio de Buenafuente del Sistal ha visto cómo crecían notablemente sus huéspedes. "Acosados por su propio corazón", compartía con Europa Press Ángel Moreno, el vicario episcopal para la Vida Consagrada en la diócesis Sigüenza-Guadalajara, refiriéndose las personas y familias que acuden a estos espacios donde no hay que compartir obligatoriamente la liturgia, pero sí respetar la serenidad y profundidad del espacio.
Otros lugares que se han llenado con viajeros en busca de respuestas han sido los de arte sacro. "El arte como vehículo sensorial en espacios sacros es muy importante en espacios con connotaciones religiosas", analiza Francisco Moya, director de artiSplendore, empresa que da servicios a iglesias, catedrales o museos sacros de España e Italia. "Sobre todo en la parte centro–norte de España hemos notado una recuperación espectacular en la actividad turística", el sur de España atrae al viajero en otras fechas.
"Sin duda, notamos un creciente interés vivencial", detalla Moya, es un síntoma que, cada vez son más los turistas –incluso jóvenes– que se suman a las celebraciones litúrgicas como las misas, "aunque ni siquiera profiera la religión cristiana, es un fenómeno curioso que nos hace darnos cuenta de ese sentido de necesidad espiritual, de necesidad de respuestas para un vacío".
"Esta manera de viajar tiene futuro y cada vez más, son aventuras espirituales que la sociedad necesita", concluye Gregorio Lori, mientras detalla lujos "impagables" como apreciar la luna en la serenidad y el silencio de la noche.
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