La embajadora cubana en Canadá vincula protestas en la isla con sanciones de EEUU y pandemia

OTTAWA (Sputnik) — Las recientes protestas en Cuba se deben al embargo impuesto por Estados Unidos, al aumento de nuevos casos de contagio por la variante delta de COVID-19 y la escasez de recursos, declaró en un comentario a Sputnik la embajadora cubana en Canadá, Josefina Vidal.

Las protestas fueron causadas por "una combinación de sanciones estadounidenses, la epidemia, el cansancio de la epidemia, la escasez de recursos y las deficiencias que tenemos en nuestra propia gestión económica", dijo Vidal.

La embajadora, además, refutó los rumores de que las protestas continúan, apuntando que tuvieron lugar del 11 al 12 de julio. La diplomática reconoció que las acciones de los manifestantes fueron justificadas ya que solo buscaban respuestas a sus quejas legítimas.

Vidal admitió que el Gobierno cubano había cometido errores, sin embargo, indicó que la violencia que tuvo lugar en la isla durante las manifestaciones fue provocada por la desinformación que emana del sur del estado de Florida, difundida por la disidencia cubana integrada por emigrantes cubanos y sus descendientes, así como por delincuentes.

La embajadora indicó que si EEUU está realmente interesado en apoyar al pueblo cubano en este momento difícil, debe levantar las sanciones vigentes.

En este contexto recordó que durante su campaña electoral el presidente de EEUU, Joe Biden, prometió aliviar el embargo contra Cuba, pero todavía no lo ha hecho.

Al mismo tiempo la embajadora agradeció a Canadá su voto a favor de la resolución para poner fin al bloqueo de EEUU contra Cuba durante la Asamblea General de la ONU celebrada a finales de junio.

"Creo que este es un voto muy importante para Cuba, y siempre transmitimos nuestro agradecimiento al Gobierno canadiense por este voto", dijo.

La resolución, presentada por la isla ante la Asamblea General anualmente desde 1992, recibió en junio pasado el apoyo de 184 países con el voto en contra de Estados Unidos e Israel y las abstenciones de Brasil, Colombia y Ucrania.

¿Intervención de EEUU?

Además, Vidal sostuvo que las autoridades de Cuba confían en que Estados Unidos no intervendría en el país caribeño para desplegar una campaña revanchista tras su problemática retirada de Afganistán.

Los combatientes del movimiento talibán (proscrito en Rusia como terrorista) tomaron a mediados de agosto el control de Afganistán, desatando el pánico entre la población. La inestabilidad crece en medio de la retirada de las tropas de EEUU y la OTAN que mantuvieron por dos décadas su presencia en ese país.

Preguntada de si considera posible la intervención estadounidense en América Latina, en particular en Cuba, en el contexto del acontecer en Afganistán, Vidal dijo: "Espero que no".

La diplomática catalogó de "fracaso total" la misión de Washington en el país centroasiático, al apuntar que el antiguo líder cubano Fidel Castro lo había predicho.

"Respecto a Cuba, [los estadounidenses] también siempre fracasaban. (...) Espero que un día aprendan estas lecciones", agregó.

La embajadora remarcó que no tiene idea de las próximas acciones de EEUU pero aseguró que Cuba está dispuesta a defenderse.

Comentando los informes de los cubanos que inmigraron a EEUU y piden reforzar la presión contra La Habana, Vidal señaló que ellos no se dan cuenta de que un cambio violento de gobierno dará lugar a otra crisis humanitaria.

El 11 de julio en Cuba estallaron protestas, sin precedentes desde el triunfo en 1959 de una Revolución liderada por Fidel Castro, que después derivaron en choques con fuerzas del orden y simpatizantes del Gobierno, llamados por el presidente Miguel Díaz-Canel a defender las calles.

Sin un programa ni liderazgo definido, los manifestantes reiteraban consignas de "libertad" y exigían cambios en el país, en medio de reclamos de una intervención humanitaria con el presunto fin de encarar los estragos de la pandemia.

En ese escenario se registraron disturbios y actos vandálicos que motivaron una serie de arrestos en el país, y al menos una persona murió en circunstancias no especificadas en un choque con la policía en La Habana.

El presidente Díaz-Canel admitió que existen razones para el malestar social, pero las achacó fundamentalmente al bloqueo económico, financiero y comercial que EEUU mantiene contra Cuba hace más de seis décadas.

Más tarde el Gobierno de Cuba acusó directamente a Washington como el principal promotor de las manifestaciones, a través de campañas desplegadas en las redes sociales desde centros operativos en el sur de EEUU, como parte de una operación de golpe blando, como el empleado en las conocidas "revoluciones de colores".