El lado positivo de comer pan según los nutricionistas

Contrariamente a la creencia popular, el pan no es nuestro enemigo siempre y cuando sepamos elegir correctamente. Estas son buenas noticias para los amantes de los carbohidratos y de aquellos interesados en una alimentación sana.

En la actualidad podemos encontrar una variedad gigantesca de panes en los pasillos de los supermercados. Sin embargo, tanta diversidad no es tan buena como parece, ya que algunas variedades de pan tienen unos carbohidratos muy procesados y están llenos de azúcares, grasas malas, aditivos y conservantes, destaca la nutricionista Mary Stewart.

"Además, suelen tener un gran déficit de nutrientes, fibra, vitaminas y minerales", agregó la dietóloga.

Por otro lado, un pan de avena mínimamente procesado es una excelente fuente de fibra, de carbohidratos y de nutrientes beneficioso para la salud. Por lo cual una dieta sana depende en su totalidad de elegir sabiamente los componentes de los alimentos, explicó Stewart.

En el caso específico del pan, es recomendable cerciorarnos de que es orgánico y de que está elaborado con granos y semillas integrales. Lo ideal es que cada rebanada contenga al menos tres gramos de fibra.

Para desmontar la creencia de que los carbohidratos son malos, es necesario saber que:

"En términos simples, los carbohidratos proporcionan energía al cuerpo", dijo la dietista fundadora de 'Vive bien con Kate', Kate Turner.

El pan es una fuente primaria de combustible. El cuerpo descompone los carbohidratos simples y los complejos en glucosa que luego es procesada por las células del cuerpo o almacenada en forma de músculo o en el hígado para usarla en el futuro. El ingerir pan blanco provee al ser humano de energía de manera instantánea, pero el porcentaje de fibra y de nutrientes es tan bajo que estarás hambriento rápidamente.

Cuando comemos carbohidratos refinados "generalmente vaciamos nuestras reservas de minerales y nutrientes, dando como resultado cansancio y agotamiento" indicó Turner. Por eso es importante comprar y consumir pan integral.

Los panes integrales ofrecen todos los beneficios de las semillas completas, como vitaminas del grupo B, proteínas, grasas sanas y fibra, destaca Stewart. De hecho, según el Consejo de Granos Completos, en comparación con el pan integral, el blanco contiene un 25% menos de proteína, y al menos 17 nutrientes clave están presentes en cantidades muy reducidas.

Los carbohidratos ricos en granos y fibras pueden ser realmente beneficiosos para la salud, ayudan a hacer una buena digestión y mantienen la sensación de saciedad durante más tiempo.

"Solo el 5% de los norteamericanos consume las dosis recomendadas de fibras en sus dietas (…) Una alimentación balanceada previene el estreñimiento y mejora la flora intestinal", agregó Stewart.

Todo esto ayuda a reforzar el sistema inmunológico, mejora el estado de ánimo, ayuda a controlar el peso y contribuye a la eliminación de toxinas. Los panes integrales no solo son una buena manera de ingerir la cantidad de fibra recomendada, sino también de mejorar otros aspectos de la salud.

Cuando consumimos carbohidratos solos, es decir, sin que estén acompañados de proteínas, grasas o fibra, los niveles de azúcar en sangre se disparan y luego caen rápidamente, explica Stewart. Precisamente esto es lo que ocurre cuando comemos pan blanco, ya que sus carbohidratos carecen de todos estos componentes.

A la larga, estos cambios abruptos en los niveles de glucosa pueden tener un efecto nocivo para el cuerpo. De hecho, estos cambios y el consumo frecuente de carbohidratos pueden provocar diabetes del Tipo II, enfermedades coronarias y obesidad, destaca la dietista.

Aunque la alimentación esté basada en carbohidratos ricos en fibras o refinados, siempre puede haber malestar digestivo. Por eso siempre se recomienda ingerir cantidades moderadas de agua. Esta sensación también puede ocasionarse tras el consumo de pan integral, pero con el tiempo el cuerpo humano se acostumbra a ello, explica Turner.