España asume un papel protagonista en la evacuación occidental de Kabul

España va por delante en la evacuación del personal occidental y colaboradores locales de Afganistán. Tras convertir la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) en centro de acogida de afganos que colaboraron directamente con la UE y la OTAN, España será el primer destino para las personas que EEUU logre sacar a través del aeropuerto de Kabul.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, así lo acordó el 22 de agosto en una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden, que podrá utilizar las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) como primer destino para los evacuados por EEUU en su tránsito hacia otros países. Estas bases son estadounidenses, pero el convenio de colaboración de España exige que su uso en cualquier operación de relevancia debe ser aprobado antes por Madrid.

Tras el menosprecio de Biden en la última cumbre de la OTAN —donde dedicó menos de 30 segundos a departir con el dirigente español después de que se anunciara un encuentro entre ambos—, el líder estadounidense se vio obligado a mantener su primer contacto real con Sánchez en un momento de crisis: agilizar la evacuación es ahora mismo el objetivo prioritario para EEUU en Afganistán, sobre todo después de que el movimiento talibán (proscrito en Rusia) haya situado el 31 de agosto como fecha límite para que las tropas occidentales abandonen el país.

Sánchez no perdió la ocasión para mostrarse como un socio fiable. En un comunicado a su conversación con Biden, la Casa Blanca reconoció el gesto agradeciendo a Sánchez su "ayuda" y elogiando "el liderazgo de España en la búsqueda de apoyo internacional para las mujeres y niñas afganas".

"Ejemplo del alma europea"

En un tono similar se expresó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que durante una visita el 21 de agosto a la base de Torrejón de Ardoz destacó cómo "en estos momentos de necesidad España ha mostrado humanidad un gran sentido de solidaridad". "Es un buen ejemplo del alma europea en su máxima expresión", añadió.

De momento llegaron a Torrejón un total de 555 afganos, de los que 354 ya manofestaron su intención de solicitar protección internacional a España.

En adición, se espera la llegada de otra aeronave con 260 personas a bordo. En su mayoría, las personas que están llegando a Madrid son antiguos colaboradores de las autoridades españolas y europeas, pero también hay personalidades destacadas de la sociedad civil.

Uno de los casos más llamativos es el de Nilofar Bayat, jugadora de baloncesto de la selección paralímpica afgana, que consiguió una especial notoriedad después de que las autoridades españolas la evacuaran en respuesta a un llamamiento del periodista Antonio Pampliega –especializado en la cobertura de zonas de conflicto–, que alertó del peligro que corría si se quedaba en Afganistán.

En una rueda de prensa ofrecida este lunes, Nilofar Bayat –que jugará la próxima temporada en un equipo de Bilbao tras recibir ofertas de varios clubes españoles– lanzó un grito de auxilio a la comunidad internacional, recordando que pese a la imagen de cierta contención de estos primeros días, los talibanes "nunca cambian" e incluso "son más peligrosos que hace veinte años".

"El día que llegaron a mi casa destruyeron todo. Tenía mucho miedo por mí y por mi familia. Al ver la situación, quería venir a España", dijo la baloncestista, que agradeció la "generosidad" del Gobierno español al permitirle abandonar un país en el que "no hay futuro".

Doble cara

Pese a historias como esta y a los halagos de Washington o Bruselas, los esfuerzos de Sánchez por facilitar la evacuación de Kabul son vistos como un ejercicio de hipocresía política por parte de quienes siguen el día a día de la política migratoria en España.

La activista Helena Maleno, fundadora del colectivo Caminando Fronteras, denunció que el 21 de agosto militares españoles trataron de repeler a golpes y con gases lacrimógenos a un grupo de 41 migrantes –entre los que se encontraban dos bebés– en la Isla de Tierra, en el archipiélago de Alhucemas, frente a la costa de Marruecos.

"Ayer, mientras Pedro Sánchez recibía refugiados de Afganistán ante las cámaras, militares españoles intentaban devolver ilegalmente y con violencia a decenas de personas a Marruecos", señaló Maleno en una serie de mensajes publicados en redes sociales.

En esos mensajes se puede escuchar un audio en el que los migrantes –algunos de ellos procedentes de países susceptibles de recibir protección internacional como Burkina Faso, Mali o la República Democrática del Congo– explican que "quieren pedir asilo" pero denuncian que los agentes "no los quieren escuchar".

El actual momento político está siendo capitalizado por Pedro Sánchez, que consiguió utilizar la evacuación de Kabul para recuperar relevancia en la esfera internacional y, según sus propias palabras, reivindicar "la solidaridad" como uno de los "principales valores" de la Unión Europea.

Sin embargo, la realidad es tozuda. La gestión de España en su frontera sur se aleja cada vez más de los valores que el propio Sánchez dice defender y las cifras confirman que la repentina preocupación por los refugiados va asociada al momento político: el año pasado España solo aprobó el 5,2% de las casi 115.00 peticiones de asilo que resolvió, apenas una de cada 20, lo que queda muy lejos de la tasa media de reconocimiento del 33% del conjunto de la Unión Europea.