Martissant y La Saline: la calma que esconde el miedo

PUERTO PRÍNCIPE (Sputnik) — Una aparente calma vive por estos días La Saline y Martissant, zonas de la capital controladas por bandas armadas y cuya actividad parece detenida tras el sismo que sacudió la zona sur de Haití, constató Sputnik en un recorrido.

En La Saline los vendedores se aventuran a sus calles. Otrora el sitio fue de los barrios con más actividad comercial de Puerto Príncipe, con cientos de pequeños comercios, venta de disímiles artículos, y uno de los mercados al aire libre más importantes del país.

En Martissant no hay tanto movimiento, a pesar de la supuesta tregua de las bandas armadas para permitir el cruce de ayuda humanitaria destinada a las decenas de miles de familias que lo perdieron todo en el terremoto de 7,2 en la escala abierta de Richter, ocurrido el 14 de agosto.

Ahí los residentes son más cautelosos, en especial después del centenar de personas que murieron por el enfrentamiento de las pandillas desde inicios de junio, y los 15.000 que salieron huyendo para no morir en el fuego cruzado.

Aunque por el momento hay tranquilidad, el temor de que las bandas comiencen de nuevo su concierto de fuego e interrumpan el tráfico hacia el sur del país es una preocupación constante, especialmente cuando las más recientes víctimas fueron una embarazada y su hijo en el vientre.

El nonato recibió dos disparos mientras todavía dormía en el útero de su madre, una imagen que como espina llevan clavados los habitantes de Haití.