Cuatro ciudadanos argentinos están en Kabul a la espera de poder salir de Afganistán

BUENOS AIRES (Sputnik) — Cuatro ciudadanos argentinos se encuentran en Kabul, la capital de Afganistán, con la expectativa de poder abandonar el país en las próximas horas, informaron a Sputnik fuentes de la Cancillería argentina.

"Hay cuatro argentinos en Kabul" que esperan salir del país en estas horas, adelantaron a Sputnik desde el Ministerio argentino de Relaciones Exteriores.

Uno de ellos, un funcionario de Naciones Unidas llamado Gilberto Velázquez Franco, tiene previsto salir el 17 de agosto hacia Kazajistán.

Otros dos conciudadanos que trabajan en una Organización no gubernamental (ONG), Melisa Rolls y Rodolfo Yamila, tienen un pasaje para el 17 de agosto rumbo a Estambul, Turquía, que de momento sigue vigente.

El cuarto argentino que se encuentra en Afganistán, Andrés Arévalo, es piloto de una ONG casado con una brasileña, con quien tiene dos hijos de esta última nacionalidad.

Toda la familia aguarda en Kabul la salida de un avión privado que aterrizará en Uzbekistán este 16 de agosto y que compartirán con otros pilotos.

Los cuatro ciudadanos argentinos "están en contacto con nuestra embajada en Pakistán que es la que administra nuestros asuntos en Afganistán"; señalaron desde la Cancillería que dirige el ministro Felipe Solá.

Argentina hizo un llamado por que se abran los pasos fronterizos de Afganistán a fin de que se permita salir del país a quienes lo requieran y así pueda entrar además ayuda humanitaria.

"Mientras persisten circunstancias de transición, deben promoverse la apertura de los pasos fronterizos de modo a permitir que aquellos que deseen partir de Afganistán puedan hacerlo y se de paso a la necesaria ayuda humanitaria", exhortó la Cancillería en un comunicado.

La nación sudamericana remarcó su preocupación por "el desarrollo de los acontecimientos en Afganistán" y abogó "a todas las partes a que se abra el diálogo para que la población pueda volver a vivir en paz".

Argentina también se dirigió "a todos los actores políticos de Afganistán, en particular a aquellos que ejercen el poder", para que respeten "plenamente las obligaciones internacionales de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario".

El país reclamó además que se restablezca de inmediato la seguridad y el orden civil.

Los talibanes anunciaron el 15 de agosto la conquista de la capital afgana, Kabul, y proclamaron el fin de la ofensiva contra las tropas gubernamentales que se había intensificado desde que las fuerzas de EEUU y la OTAN —presentes en Afganistán desde 2001— iniciaran su retirada.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, abandonó el país "para prevenir una masacre", según declaró.

Los talibanes dejaron claro que no habrá un Gobierno de transición en Afganistán, sino "un traspaso completo" del poder.