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Vacunas contra COVID-19 en Haití: pocas y mal vistas

© REUTERS / Ricardo ArduengoVacunación contra el COVID-19 en Haití
Vacunación contra el COVID-19 en Haití - Sputnik Mundo, 1920, 12.08.2021
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PUERTO PRÍNCIPE (Sputnik) — Más de 16.600 personas en Haití recibieron la primera dosis de la vacuna Moderna contra COVID-19, en una campaña de inmunización que se extendió a los 10 departamentos del país, pero que aún es recibida con reticencia por parte de una población desconfiada del sistema de salud.
Según el informe del Ministerio de Salud, otras 341 personas ya tienen el ciclo completo de vacunación, pues se aplicaron el fármaco de una sola dosis de Johnson&Johnson, aunque es difícil determinar la cifra real de inmunizados debido al turismo de vacunas, sobre todo entre las clases más acomodadas.
Haití fue uno de los últimos países de la región en comenzar la vacunación contra el COVID-19, en medio de las críticas de muchos residentes sobre la necesidad real de la nación en la cual solo se constan contagiadas 20.507 personas y 576 fallecidos, de acuerdo con el más reciente balance de la cartera sanitaria divulgado el 10 de agosto.
La poca información sobre el tema, unido a las campañas de antivacunas y el habitual divorcio entre los servicios de salud y la población, hacen más complejo que las personas se inmunicen de manera voluntaria.
"Aquí vacunamos a cerca de 50 personas diariamente. A casi todas tenemos que explicarle la necesidad de que todos en su familia vengan a estos sitios y además se protejan y cumplan las indicaciones, pero no siempre (lo) conseguimos", explicó a Sputnik Marie Ernst, enfermera en uno de los vacunatrios de esta capital.
El Ministerio de Salud estableció unos 40 centros para inmunizar a la población en los 10 departamentos del país, que promedian unas 660 aplicaciones diarias.
Vacunación contra COVID-19 en Puerto Príncipe, Haití - Sputnik Mundo, 1920, 23.07.2021
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Avanza a paso lento vacunación antiCOVID-19 en Haití
Ernest reconoció que aún es lento el proceso, si se compara con la vecina República Dominicana donde más del 60% de la población ya tiene la primera dosis, y el 39% está completamente vacunado.
En Haití solo el 0,15% de los ciudadanos se aplicaron la primera dosis, mientras las autoridades intensifican las campañas de sensibilización antes que caduquen los fármacos en noviembre próximo.
"La vacuna contra la COVID-19 evita que las personas se enfermen gravemente, o mueran, incluso si contraen el virus, además de contribuir a evitar la propagación de la enfermedad", dijo el miércoles en conferencia de prensa el director general del Ministerio de Salud, Lauré Adrien.
Adrien anunció que ya está disponible la cartilla de vacunación que contiene la información personal sobre las dosis, fechas de inmunización y números de registro.
El galeno que copreside la comisión multisectorial para gestionar la pandemia, confirmó que a diferencia de otras campañas, la aplicación de los medicamentos contra COVID-19 no tendrá una fecha límite, sino que continuará disponible mientras los ciudadanos precisen del fármaco.
"Quieren que nos vacunemos porque se van a vencer, además no creo que realmente sean necesarias", aseguró por su parte a Sputnik Richard Saint Louis, empleado de una empresa de distribución tecnológica.
En Haití más del 76% de la población rechaza la inmunización y solo el 9% acepta inocularse sin establecer condiciones.
A mediados de julio, la nación recibió 500.000 dosis de Moderna donadas por Estados Unidos con fecha de caducidad en noviembre próximo, y las instituciones estatales comenzaron a presionar a sus empleados para recibir el medicamento.
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La semana pasada la Oficina Nacional de Aviación Civil advirtió a sus trabajadores que a partir del 1 de septiembre comenzará a pedir pruebas diagnósticos negativas a todos aquellos que no estén vacunados.
En un país donde las turbulencias políticas forman parte de la vida cotidiana, y el magnicidio contra el presidente Jovenel Moise el pasado 7 de julio acrecentó las dudas sobre la seguridad, las autoridades sanitarias tienen un largo camino para alcanzar un alto número de inmunizados.
"En mi barrio muy pocos se han vacunado y yo todavía tengo dudas", reconoció Saint Louis.
La baja incidencia de la enfermedad y los pocos fallecidos registrados por las autoridades complican aún más el panorama, especialmente en la percepción de riesgo.
Mientras, en los espacios públicos, mercados, instituciones estatales y privadas o lugares de recreación, las medidas como el uso de mascarillas y distanciamiento físico parecen quedar atrás, y la vida continúa como si el virus fuera historia.
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