Mientras la vacuna de Pfizer cede ante la variante delta, Sputnik V ofrece una mejor solución

Los nuevos datos muestran que la vacuna de Pfizer/BioNTech está perdiendo ante la variante delta. A su vez, los fabricantes de las vacunas rusas sugieren lanzar ensayos conjuntos para abordar el problema.

El brote de COVID-19 de Cabo Cod saltó a los titulares de los principales medios de comunicación internacionales al descubrirse en julio casi 900 infecciones confirmadas en Provincetown, estado de Massachusetts.

Según el administrador de la ciudad, Alex Morse, el 74% de los que contrajeron la enfermedad estaban vacunados. Aunque no se sabe con certeza si la nueva variante delta, altamente infecciosa, que recientemente se ha convertido en la cepa dominante en EEUU, es la responsable de la mayoría de las infecciones de Cabo Cod, algunas de las primeras muestras tomadas en Provincetown han dado positivo.

Mientras muchos científicos se han esforzado por explicar por qué las vacunas aprobadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU —CDC, por sus siglas en inglés— son incapaces de detener la nueva ola de COVID-19 en Massachussets y en otros estados de la nación, algunas de las respuestas provienen de una de las instituciones médicas más reputadas del país, la Clínica Mayo.

La preimpresión del estudio de la clínica muestra que la eficacia de las dos principales vacunas de ARNm aprobadas en EEUU, Pfizer/BioNTech y Moderna, ha disminuido considerablemente en las últimas semanas. Según los investigadores de la Clínica Mayo, la eficacia de Moderna ha bajado del 86% al 76%, y la de Pfizer ha caído aún más significativamente, del 86% al 42%. Esta brusca caída se produjo en julio, lo que coincidió con el recién descubierto aumento del 70% de los casos de la variante delta en Minnesota.

La situación con la disminución de la efectividad de las vacunas en EEUU no es única. Una investigación realizada en el Reino Unido muestra que la eficacia de las vacunas usadas en el país ha descendido recientemente del 64% al 49%. Un estudio israelí apunta que la eficacia de la vacuna de Pfizer cayó en junio y julio del 64% al 39%.

La situación de los resultados insatisfactorios de Pfizer hizo sonar las alarmas en Washington. Mientras Joe Biden estaba instando a sus compatriotas a vacunarse porque según él "funciona. Es seguro, es gratuito, es conveniente", la investigación de la Clínica Mayo definitivamente arroja una sombra sobre el mensaje del presidente, así que la noticia sobre el 42% de la eficacia de Pfizer se convirtió rápidamente en una sorpresa desagradable para la Casa Blanca. "Si esto no es una llamada de atención, no sé lo que es", dijo un alto funcionario de la Administración Biden a Axios.

Aunque las autoridades estadounidenses pueden haberse encontrado en un punto muerto en lo que respecta a la prevención de la propagación de la variante delta utilizando las vacunas aprobadas por los CDC, parece que puede haber una salida de la crisis. La vacuna rusa Sputnik V ha demostrado recientemente una gran eficacia contra las nuevas cepas del COVID-19 —las variantes alfa, beta, gamma y delta—, y puede incorporarse al arsenal de cualquier país. Además, el Ministerio de Salud ruso anunció que la Sputnik V tiene una eficacia de alrededor del 83% contra la variante delta, lo que convierte a la vacuna rusa en la mejor arma del mundo contra la notoria cepa delta.

Según el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), la Sputnik V puede aplicarse como inyección de refuerzo para mejorar la eficacia de otras vacunas. El llamado método de inmunización heteróloga —que es, básicamente, un enfoque de mezcla y combinación— puede aplicarse al combinar la Pfizer y la Sputnik V para obtener mejores resultados generales de inmunización.

El RDIF ha ofrecido a Pfizer iniciar ensayos conjuntos de Sputnik V/Pfizer utilizando la monodosis Sputnik Light como tercera inyección de refuerzo para los que ya han recibido dos inoculaciones de la vacuna Pfizer.

Reuters: Russia’s sovereign wealth fund RDIF offers Pfizer to start trials using one-shot Sputnik Light vaccine as a booster for the Pfizer shots against COVID-19
👇https://t.co/pHRkt1RHYo

— Sputnik V (@sputnikvaccine) August 11, 2021

Este modus operandi no es nada nuevo para el RDIF, que ya puso en marcha el año pasado una colaboración entre vacunas con AstraZeneca. El Fondo podría añadir la colaboración con Pfizer a la cartera de sus proyectos conjuntos. Pero está por verse si Pfizer y otras empresas extranjeras, así como los organismos reguladores nacionales, respondan a la idea de forma positiva.