Minsk declara que responderá a las nuevas sanciones de EEUU, el Reino Unido y Canadá

MINSK (Sputnik) — Bielorrusia evaluará minuciosamente las sanciones que aprobaron la víspera Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá y tomará las medidas de respuesta adecuadas, informó la Cancillería bielorrusa.

"El Ministerio de Asuntos Exteriores condena decididamente las medidas coercitivas unilaterales que aprobaron el 9 de agosto Estados Unidos, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Canadá", declaró la Cancillería y agregó que "la parte bielorrusa evaluará minuciosamente" las sanciones aprobadas y "tomará las medidas de respuesta adecuadas".

También subrayó que la parte bielorrusa siempre se ha pronunciado de modo consecuente a favor de sostener un diálogo abierto y equitativo con los países de Occidente, que no debe edificarse sobre las sanciones y la presión, sino sobre las normas del derecho internacional y del trato entre los Estados por todos reconocidas.

El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, ha encomendado al Gobierno del país elaborar medidas adicionales en respuesta a las nuevas sanciones, comunicó la portavoz del mandatario, Natalia Eismont.

EEUU impuso sanciones contra más de 40 personas físicas y estructuras de Bielorrusia, entre las que figuran el Comité Olímpico Nacional y el Comité de Investigación Judicial de la república. El nuevo paquete incluye restricciones para la actividad de los sectores bielorrusos de defensa, energía y transporte.

Canadá introdujo sanciones en respuesta a las "violaciones de los derechos humanos", que afectarán unos sectores clave de la economía bielorrusa, en particular, la financiación de préstamos, los derivados del petróleo y los productos de potasio.

El Reino Unido prohibió la adquisición de los valores bielorrusos y la concesión de créditos a Minsk.

Las relaciones entre Bielorrusia y los países occidentales empeoraron bruscamente tras las presidenciales celebradas en la república en agosto de 2020, que otorgaron un nuevo mandato, el sexto ya, a Lukashenko, y dieron origen a varios meses de protestas.

Las autoridades bielorrusas declararon en varias ocasiones que las protestas se coordinan desde el exterior. Lukashenko acusó a Occidente de injerencia directa en la situación en Bielorrusia, dijo que fuerzas externas intentaron organizar en Bielorrusia una "revolución de colores" que fracasó.

La Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y otros países empezaron a imponer sanciones contra las compañías y personalidades oficiales de Bielorrusia, imputando a Minsk infracciones electorales y la violación de los derechos humanos.

El primer ministro bielorruso, Román Golóvchenko, dijo que Minsk podría tomar medidas de respuesta dolorosas para esos países, desde el embargo de las importaciones hasta la limitación del tránsito de sus mercancías a través de Bielorrusia.

Según Golóvchenko, el Gobierno, al cumplir un encargo de Lukashenko, ha preparado un conjunto de medidas protectoras especiales.