Lanzan plan en capital colombiana para judicializar a atacantes de transporte público

BOGOTÁ (Sputnik) — El ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, anunció que desde el 10 de agosto comenzó a operar en Bogotá el "Plan de Búsqueda, Captura y Judicialización" de quienes afectan el transporte público de la ciudad, luego de una seguidilla de actos de vandalismo desde el pasado abril, el más reciente de ellos ocurrido el lunes 9.

"Este plan tiene el propósito de activar en Bogotá un grupo especial de Policía Judicial, otro de Inteligencia y uno más del Grupo Especial de Operaciones, a fin de capturar, judicializar y entregar a la justicia a aquellos que atentan contra el sistema de transporte público", afirmó Molano en declaraciones a la prensa.

El plan fue lanzado junto con un aviso de recompensas de hasta 20 millones de pesos (unos 5.000 dólares) para quienes suministren información que conduzca a la captura de los autores de los actos de vandalismo contra el transporte público.

Por su parte, el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, quien también brindó declaraciones en conjunto con Molano, explicó que el plan funcionará en tres etapas y que una de ellas se hará "con análisis de videos".

Según el oficial, habrá recolección de información en los sitios con investigadores y testigos a fin de lograr la individualización e identificación de los perpetradores de los ataques.

El anuncio conjunto sobre el plan se dio luego de que un autobús del sistema de transporte público de Bogotá, Transmilenio, fue incinerado el lunes en el noroccidente de la ciudad por un grupo de encapuchados.

El hecho ocurrió luego de que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía hizo presencia en el lugar para desalojar a un grupo de jóvenes que desde meses atrás se habían tomado un espacio público para protestar por afectaciones al medioambiente.

La quema del autobús se suma a una serie de actos vandálicos que desde el pasado 28 de abril se presentan en la capital y en varias ciudades del país por grupos de jóvenes que se denominan 'Primera Línea' y que, según el Gobierno, son financiados por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, aunque los integrantes del colectivo lo niegan.