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La misoginia: una costumbre que hay que desterrar de la política argentina

CC BY-SA 3.0 / Public Domain / Diputado Fernando Iglesias
Diputado Fernando Iglesias - Sputnik Mundo, 1920, 10.08.2021
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Revuelo generó la acusación de un diputado, conocido por su irreverencia mediática, contra la actriz Florencia Peña, por su visita a la residencia del presidente Alberto Fernández durante el aislamiento obligatorio impuesto en 2020. Hubo un pedido para remover al diputado, pero fue defendido por el partido del expresidente Mauricio Macri.
El diputado argentino y referente de la oposición Fernando Iglesias logró su objetivo de transformarse en el centro de atención de la política local, nuevamente apuntado por su discurso misógino.
Fiel al tono sarcástico de sus constantes publicaciones en Twitter, Iglesias se tornó en portavoz de una polémica tan disparatada y peligrosa como algunas de las teorías conspirativas que abundan en las redes sociales.
Los ataques de Iglesias se produjeron a raíz de una investigación por los accesos a la residencia presidencial de Olivos durante la cuarentena establecida durante los primeros meses de la pandemia después de marzo de 2020. La oposición utilizó el registro de ingreso de personas en horarios nocturnos para cuestionar el supuesto incumplimiento de las medidas de aislamiento obligatorio.
Pero Iglesias fue más lejos. Constante provocador virtual al refugio de los 280 caracteres, armó sin pruebas una acusación por un inexistente escándalo sexual, en el que involucró a la famosa actriz y presentadora de TV Florencia Peña, quien habría participado de un encuentro oficial por la crisis que enfrenta el sector cultural.
"Las declaraciones de Iglesias pusieron en evidencia algo que está muy presente en el sentido común de ciertos sectores conservadores o en la cultura machista en que vivimos, que tiene que ver con cuestionar el lugar de las mujeres y las identidades disidentes en la política y en los espacios de poder", dijo a Sputnik Victora Freire, coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas.
La socióloga y precandidata a legisladora por el Frente de Todos en la ciudad de Buenos Aires remarcó que existe un tipo de violencia de género de tipo política o simbólica, muy recurrente pero poco identificada, que reduce las figuras femeninas a un rol sexualizado y denosta sus capacidades para ejercer una responsabilidad pública.
Las publicaciones y acusaciones fueron secundadas por el también diputado opositor Waldo Wolff, por lo que la dupla fue demandada penalmente por la actriz. La denuncia institucional fue oficializada por la diputada del oficialista Frente de Todos, Gabriela Cerruti y un total de 15 legisladoras reclamaron la suspensión de Iglesias de su cargo como representante legislativo por su constante discurso misógino.
"No sólo fueron estas declaraciones sino también las repercusiones posteriores; cómo se ha tratado de tapar detrás de una idea de libre expresión. El discurso de Fernando Iglesias es que la política solo puede corresponder a los varones, y si sos mujer y participás en política, es por alguna otra razón que no tiene que ver con tu capacidad, ni con tu carrera, ni con tus propuestas, ni con tus referencias", sintetizó Freire.
Como contraparte a los fuertes señalamientos al diputado tuitero, en seguida salieron en su defensa las dos principales figuras de su espacio político: el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) y la presidenta del partido Pro y exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
No fue el caso de otras referentes de la oposición, como la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires y actual precandidata a diputada por la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y la diputada Silvia Lospennato, quienes le soltaron la mano a su colega.
"Afortunadamente, hubo una reacción muy positiva de muchos sectores, y en particular de Florencia Peña, para justamente señalar que no ocurre lo mismo con varones representantes de sectores políticos, social, gremial que también fueron parte de las visitas", resaltó la referente feminista.
Refugiado en su "derecho a sospecha" y "a ser irónico", según sus propias palabras, el cuestionado legislador será sometido a una investigación formal en el Congreso, pero difícilmente prospere su desafuero. Mientras tanto, su política del bullying continúa en las redes.
"Sería interesante y valioso que pudiera haber un piso de consenso elemental en torno a la violencia de género, acorde con los preceptos de la Ley Micaela de capacitación de todos los poderes del Estado, para que este tipo de situaciones no tengan ningún marco de posibilidad, que nadie se sienta con la impunidad de decir lo que quiera cuando se trate de un representante del pueblo elegido democráticamente", comentó Freire.
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