Reino Unido anuncia sanciones contra Bielorrusia en el aniversario de polémicas presidenciales

MOSCÚ (Sputnik) — El Reino Unido introdujo nuevas sanciones al comercio, así como al sector financiero y el aéreo de Bielorrusia, un año después de las "fraudulentas" presidenciales, anunció el Gobierno británico.

En particular, las nuevas medidas prohíben a las compañías aéreas de Bielorrusia sobrevolar el territorio del Reino Unido y restringen la asistencia técnica a la flota de "lujosos" aviones del presidente, Alexandr Lukashenko. Las sanciones también afectan al comercio de potasio, productos petroleros, artículos y tecnologías de doble uso y limitan el acceso a los productos que puedan contribuir a las represiones contra la población bielorrusa.

Además, se prohíbe la compra de valores bielorrusos emitidos por el Estado o bancos estatales y la concesión de préstamos. A la vez, las sanciones imposibilitan la contratación de seguros con las entidades estatales de Bielorrusia y endurecen el embargo sobre el suministro de armas.

En la lista de sanciones contra Bielorrusia aparece también el empresario ruso Mijaíl Gutseríev, quien, según Londres, guiado por sus intereses empresariales, apoyó al Gobierno de Minsk.

"El régimen de Lukashenko sigue aplastando la democracia y violando los derechos humanos en Bielorrusia. Estas sanciones demuestran que el Reino Unido no aceptará las acciones de Lukashenko desde las fraudulentas elecciones", subraya la nota.

Las sanciones siguen las restricciones impuestas el 21 de junio por el Reino Unido, en coordinación con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea contra siete personas y una entidad, en respuesta al desvío "ilegal" de un vuelo de Ryanair. Las autoridades británicas siguen exigiendo liberar al periodista opositor bielorruso Román Protasévich y a su novia, Sofía Sapega, que se encontraban a bordo de esta aeronave, así como a otros presos políticos.

Comentando las nuevas sanciones, el líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, tachó de "lacayos estadounidenses" a los que están detrás de esta iniciativa y apuntó al riesgo de provocar una tercera guerra mundial.

"Pero desatarán una tercera guerra mundial. ¿A eso nos empujan a nosotros con los rusos? ¿Quieren ganar esa guerra? No habrá ganadores. Y si hay, entonces no ustedes. Por eso, cálmense", expresó.

A ese respecto, el presidente bielorruso llamó a sentarse a la mesa de negociaciones y empezar el diálogo para salir de esa situación, pues de lo contrario, advirtió, puede no haber la marcha atrás.

A su vez, Estados Unidos también impuso este 9 de agosto nuevas sanciones contra Bielorrusia que afectan a 23 funcionarios y 21 entidades del país.

El secretario de Estado (canciller) norteamericano, Antony Blinken, dijo en un comunicado que EEUU insta a las autoridades bielorrusas a entablar un "diálogo genuino" con la oposición y a celebrar elecciones libres.

"Estados Unidos pide una vez más a las autoridades bielorrusas que pongan fin a la represión contra los miembros de la sociedad civil, los medios de comunicación, los atletas, los estudiantes, los profesionales del derecho y otros ciudadanos; que liberen inmediatamente a todos los presos políticos; que entablen un diálogo genuino con la oposición y la sociedad civil, como se pide en el informe de la misión de expertos de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), y que celebren elecciones libres y justas bajo observación internacional", dice el texto.

Blinken añadió que Estados Unidos seguirá trabajando con la comunidad internacional para que los responsables de violaciones y abusos de los derechos humanos en Bielorrusia rindan cuentas.

También trabajará para apoyar los derechos humanos y las libertades fundamentales en el país, dice el texto.

Las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2020 en Bielorrusia, que otorgaron un nuevo mandato a Alexandr Lukashenko, dieron origen a varios meses de protestas.

Las autoridades bielorrusas declararon en varias ocasiones que las protestas se coordinan desde el exterior. Lukashenko acusó a Occidente de injerencia directa en la situación en el país, y dijo que fuerzas externas intentaron organizar en Bielorrusia una "revolución de colores", que fracasó.

La Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y otros países empezaron a imponer sanciones contra las compañías y personalidades oficiales de Bielorrusia, imputando a Minsk infracciones electorales y la violación de los derechos humanos.