Crisis de combustible en Haití se agudiza y crece el mercado informal

PUERTO PRÍNCIPE (Sputnik) — Dos meses después del inicio de los enfrentamientos mortales entre bandas armadas en la entrada sur de la capital haitiana, persiste la crisis del combustible y se triplica su precio en el mercado informal, mientras aún el Gobierno no ofrece soluciones concretas a la problemática.

"Yo tuve que comprar cinco galones de gasolina en la calle después de estar casi tres horas en una fila de una estación. En las últimas semanas estuve obligada a hacerlo también para poder trabajar", dijo a Sputnik Nadege Louis, empleada de una de las entidades financieras más importantes del país.

Historias similares se repiten diariamente en las pocas gasolineras que expenden combustible de manera irregular, en medio de la ola de violencia que limita la distribución y la especulación de algunos transportistas.

Desde que debutaron los choques hostiles de las pandillas a inicios de junio, las estaciones de servicio reciben solo 1% del volumen habitual y con varios días de diferencia.

"Los camiones pagan entre 15 y 25.000 gourdes (hasta 250 dólares) a las bandas para poder repostar. Pero cada vez hay más camiones que venden el producto en el mercado negro donde los precios se disparan", dijo un operador del sector en condición de anonimato al diario Le Nouvelliste.

Añadió que otros transportistas se dirigen directamente a la frontera con República Dominicana donde el producto tiene un mayor valor.

Otra fuente cercana al Ministerio de Economía reveló al rotativo que el Estado no recauda impuestos sobre los productos petroleros y subvenciona el galón de gasolina vendido en el vecino país con aproximadamente un dólar por unidad.

El rentable mercado paralelo provoca cuantiosas pérdidas a la economía de Haití que destinó desde enero más de 600 millones de dólares en las subvenciones del rubro, aseguró el diario.

Mientras, la crisis dispara los precios de servicios como la transportación y la electricidad generada por los mismos consumidores, pues solo poco más del 30% de la población recibe energía a través de la red nacional.

"Ahora es más estable, pero hace una semanas encender el generador eléctrico casi era un lujo con el precio del diésel altísimo, y los clientes se quejan porque no reciben el servicio que pagan", dijo a Sputnik Jean Robenson, quien administra un pequeño hostal en el centro de Puerto Príncipe.

El 5 de agosto debió llegar un cargamento de gasolina para abastecer el mercado local, aunque pocos creen que realmente solucionará la crisis que se repitió con mayor o menor intensidad en los últimos cuatro años.